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Piden que autoridades se pronuncien

Especialistas urgen a definir “qué se va a hacer” ante crisis de agua en CDMX

Kelia Ramos, ambientalista de la UNAM, plantea que se rehabiliten los pozos y se restrinjan actividades; activista advierte que de no tomar medidas, el Día Cero llegará en abril

Una familia de Iztapalapa recibe agua de una pipa, el 8 de febrero.Foto: Eduardo Cabrera, La Razón
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Especialistas en materia de medio ambiente coincidieron en alertar sobre la urgencia de que se tomen medidas para enfrentar un inminente incremento en la crisis del agua que ya se vive en la Ciudad de México, pues de lo contrario, dijeron, el llamado Día Cero llegará entre abril y junio de este año.

Keyla Ramos, ingeniera ambiental por la UNAM, dijo a La Razón que el 2023 fue al año más seco a nivel nacional en mucho tiempo, y se prevé que este 2024 venga peor, lo que ha repercutido en problemas de disposición de agua.

Mencionó que la crisis por desabasto que ya se vive en la Ciudad de México podría alcanzar su punto máximo en el transcurso del mes de junio, si no se toman medidas de inmediato.

La especialista señaló que en circunstancias como ésta se requiere de recursos de algún un fondo especial para rehabilitar los pozos, pero lamentablemente, dijo, el Gobierno federal decidió desaparecer el Fonden.

Comentó: “La anulación del Fonden fue como si le quitaran el seguro a un coche; en cualquier momento puede pasar un accidente y no se puede correr el riesgo de estar desprotegidos, con la naturaleza no se puede negociar, porque es claro que esto del agua cuenta como un desastre natural”.

La académica señaló que si no se toman medidas, la escasez de agua se agravará y afectará a otras actividades prioritarias y productivas, por lo que sugirió suspender actividades presenciales que involucren el uso de agua y que no sean prioritarias o “de vida o muerte”.

Afirmó: “El Gobierno de la Ciudad de México debería hacer un llamado a los deportivos y albercas públicas a que suspender a la brevedad actividades, pues si bien el deporte es importante, tenemos que adaptarnos a las necesidades”.

Mencionó que además de lo que implica la renovación constante del agua de las piscinas, los usuarios suelen bañarse en los centros deportivos al terminar su actividad física, lo que incrementa el consumo del vital líquido.

Ramos agregó que el escenario que hoy se vive es consecuencia del descuido del medio ambiente, y advirtió que mientras las autoridades y los ciudadanos no tomen cartas en el asunto, aumentará la crisis.

E insistió en que en estos momentos se deben ofrecer alternativas para atender la emergencia, sin dejar de pensar en políticas de largo plazo, para que no se vuelva a dejar de lado este tema, como se hizo por muchos años.

Por su parte, la activista ambiental Estefanía de Garay aseguró que la capital se encuentra en una emergencia hídrica como consecuencia de muchos factores, entre ellos la devastación de los bosques, y advirtió que, en su opinión, el Día Cero podría llegar en abril.

Sin embargo, hizo un llamado a la población a no entrar en pánico, pero sí a estar consciente de la situación por la que atraviesa el Valle de México, y de que “se viene un año complicado”.

La activista indicó que “se necesitan 90 millones de pesos anuales para invertir en el agua, no sólo en la renovación de las tuberías, sino en hacer una mejor gestión, porque cuando hay escasez, los más afectados siempre son los más pobres”.

De Garay indicó que el Gobierno de la capital “se debe pronunciar sobre la crisis hídrica y explicar a la ciudadanía qué se va a hacer”, además de que debe poner atención a la crisis inmediata y mejorar el cuidado del medio ambiente.