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Conjuga recuerdos y ficción

Beatriz Rivas lanza Lo que no he dicho, su novela más íntima

“Quiero que los lectores se reconozcan en mis deseos y angustias”, afirma en entrevista con La Razón; presenta una introspectiva y emocionante fábula de revelaciones donde se entrecruzan dolores y conjuros

La escritora Beatriz RivasFoto: Especial
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Beatriz Rivas (Ciudad de México, 1965) ha dado a conocer varias novelas que la sitúan en un lugar destacado en el panorama de la narrativa mexicana actual. Imposible desdeñar Todas mis vidas posibles, Dios se fue de viaje o Jamás, nadie: fabulaciones que develan a una relatora de acucioso oficio.

Aparece Lo que no he dicho (Alfaguara, 2020), quizás el libro más personal de Rivas: coqueteos con la autoficción y, asimismo, un ajuste de cuentas con la memoria. Huellas de vivencias: relaciones sentimentales, viajes, la infancia, maternidad, caprichos, seducciones, amigos, naderías y espectros entrelazados con gozosas experiencias y fracturas que la vida regala en capítulos de conmiseraciones.

Catálogo de gestos: fardo arriado de regocijos y asombros: ánimo que se desnuda para mostrar, desde vertiginosos susurros de voces, fruiciones y también heridas. “Imaginemos que esta novela no es autobiográfica ni autoficción. Que ni siquiera es novela. Que, incluso, podría ser únicamente una serie desordenada de recuerdos, de esos que llegan de pronto [...], un viaje hacia mi experiencia”, puntualiza la voz narrativa en uno de los capítulos del libro.

“El término autoficción es impreciso. Esta novela es la más íntima de todas las que he escrito. La protagonista: Irene (en honor de la escritora Irène Némirovsky) es y no es yo. Finalmente, una novela siempre es ficción. Cito a Adriana Abdó en un epígrafe: ‘El tiempo toma todo; es tan ávido que sólo podemos avalar nuestra existencia por medio de recuerdos”. Quizás, ésa sea la esencia de esta obra’”, precisó en conversación con La Razón, Beatriz Rivas.

La memoria juega con nosotros. No importa qué sucedió y qué no sucedió: lo esencial es que los lectores se reconozcan en mis páginas, que se cree una empatía que los haga sentirse parte de esta historia

Beatriz Rivas, Escritora

¿La memoria a veces nos engaña, nos confunde? Así es, no todos los recuerdos son reales. La memoria juega con nosotros. No importa qué sucedió y qué no sucedió: lo esencial es que los lectores se reconozcan en mis páginas, que se cree una empatía que los haga sentirse parte de esta historia.

¿Historia circular que inicia con un terremoto y termina con ese mismo evento? La mujer que narra todo eso, inconscientemente, decide no salvarse. El temblor de tierra es, al mismo tiempo, literal y metafórico: excusa para que la protagonista tiemble, para que su mundo se ponga en duda y sus prioridades se “vuelvan al revés”. Mediante las fisuras de los muros, pero también de la memoria que va reconstruyendo una vida, de manera no cronológica, estructura narrativa parecida a un rompecabezas: sinuoso ir y venir de las olas del mar.

¿La memoria como hilo conductor? Sí, pero hay muchos temas y personajes (la mayoría, reales) que se empalman: la culpa, el amor, el duelo, la maternidad, la infidelidad, la religión, la amistad, la muerte. Aparecen Guillermo Arriaga, Ikram Antaki, Ramón Córdoba —el gran editor de Alfaguara— y, casi como coprotagonista, el músico y escritor, Armando Vega Gil.

¿Tributo a la amistad que sostuvo con Vega Gil? Su suicidio me afectó muchísimo, éramos grandes amigos. Su presencia en mi novela resulta definitiva y tierna. Dolorosa también. Es un enorme homenaje a la amistad, al cariño casi incondicional. Y también, una aceptación de la culpa.

¿Expiación necesaria? Necesitaba escribir esta novela. Los recuerdos de Irene/míos, fueron llegando solos a mis oídos. La memoria juguetona me los dictaba: confesión y alivio. Cuando puse el punto final, me quité una carga de encima. La ficción es una herramienta recurrente en la que me refugio, en una suerte de rito, para encontrar las respuestas adecuadas a mis deseos y los consuelos del mismo tamaño que mis miedos.

¿Fue un desafío publicar estas confidencias que reflejan zozobras y miedos personales? Me atreví a hacerlo porque quiero que los lectores se reconozcan en mis palabras, deseos, angustias. Que los enfrente a un espejo y los llene de cuestionamientos. Pero también de esperanzas y apapachos. Que los rete y los mime por igual. Que los haga reconocer sus propias fisuras: sus miedos y temblores particulares.

  • El dato: La autora construye la historia a partir de las réplicas de un terremoto que sintió en 2017, sólo que estaba en la Condesa, no en la Roma.
Lo que no he dicho
Lo que no he dicho
  • Autora: Beatriz Rivas
  • Género: Novela
  • Editorial: Alfaguara, 2020