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Una rica herencia cultural y natural

Enamórate de la belleza caribeña de República Dominicana

El destino, a tan sólo cinco horas en avión de la CDMX, resalta por su exquisita gastronomía; visita lugares como Punta Cana, Puerto Plata y Cayo Levantado

Cayo levantado es uno de los sitios más visitados.Foto: Especial
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Situada en la zona central de las Antillas, República Dominicana es una de las joyas del mar Caribe y se encuentra a cinco horas de viaje en avión desde la Ciudad de México para poder librarse del estrés o pasar un tiempo agradable en familia o con amigos descubriendo una de las maravillosas islas del mundo.

La época ideal para viajar a este paraíso es desde mediados de diciembre hasta finales de abril, para evitar las lluvias y los cambios volátiles de clima de la temporada de huracanes, entre junio y noviembre. Todo el año hay temperaturas no menores a 25 centígrados.

Con una rica herencia cultural y natural, conformada por la animada música merengue y bachata, hasta una arquitectura única y calles nombradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, las montañas más altas del Caribe y lagunas que atestiguaron la vida cotidiana de los Taínos, el pueblo originario de la isla, hay actividades para todos los estilos de turismo o practicar deportes acuáticos.

Probar los sabores caribeños del lugar, una mezcla de influencias taínas, africanas y españolas, crean una experiencia imperdible, como la bandera dominicana, el plato nacional de República Dominicana que contiene arroz, frijoles y carne, ya sea pollo, cerdo o res y se acompaña con ensalada y plátanos fritos.

O el mangu, el desayuno tradicional que tiene puré de plátanos verdes hervidos con salami, huevos fritos y queso frito, una delicia para el paladar.

Todo esto, sumado a la calidez de la gente dominicana, hacen del país una opción que vale la pena considerar, pues brinda la comodidad necesaria para explorar y disfrutar al máximo.

Es posible apreciar la belleza de sus calles en bicicleta o dar un paseo por tranvía para recorrer el Jardín Botánico, que alberga 60 mil especies que representan todas las regiones del país. Otros imperdibles son el Parque Nacional Los Tres Ojos, el Parque Colón o el Museo de las Casas Reales, además de comer un plato de sancocho, plato tradicional con carne, vegetales y tubérculos de la región que se puede acompañar con arroz.

Puerto Plata

Puerto Plata. Ubicada al norte del país, ofrece un centro histórico con casas victorianas en colores pastel y, junto al mar, la fortaleza de San Felipe construida por el rey Felipe II de España en el siglo XVI, hoy es un museo que retrata la historia marítima de República Dominicana. También subir al teleférico, ir al Museo del Ámbar o terminar el día en la avenida del General Gregorio Luperón, conocida como avenida del Malecón, para disfrutar el atardecer y tomar impresionantes fotografías.

Puerto Plata.

Cayo Levantado. Con grandes palmeras y arena blanca, se puede gozar de las aguas cristalinas de esta isla que se encuentra a 15 minutos en barca del puerto de Samaná, al este. La variedad de mariscos frescos que ofrecen los restaurantes son una perfecta opción de desayuno. Durante enero y marzo, se puede avistar a las ballenas jorobadas que regresan a aparearse en la bahía, creando un ambiente mágico con la naturaleza.

Punta Cana

Punta Cana. Sus más de 50 kilómetros de playas de arena blanca, brindan atractivos como la Playa Bávaro y la Playa Juanillo, donde se ubican una gran cantidad de resorts y hoteles de lujo. Otra opción para visitar es la Reserva Ecológica Ojos Indígenas, llamada así por hallazgos que indican que fue una zona habitada por los Taínos, primeros habitantes de la isla, es una reserva que cobija 500 especies de plantas, lagartos y aves de la región y 12 ojos de agua.

Punta Cana

Pico Duarte. Ubicado en la provincia de San Juan de la Maguana, es el más alto de las Antillas, a 3,087 de altitud, está dentro del parque Nacional Armando Bermúdez, Cordillera Central. Para los amantes del senderismo y las excursiones, es un lugar perfecto para recorrer. La aventura inicia a las 4:00 a.m. para conseguir una preciada vista panorámica con bosques y cumbres, enmarcados por lagos de aguas frías, pero que mantiene un sol intenso.

Pico Duarte