Llevan a escena la célebre novela de Silvia Molina

Las letras de la reconocida escritora mexicana Silvia Molina (1946) vuelven a resonar en un escenario teatral. En esta ocasión, con la adaptación de una de sus novelas más populares: La mañana debe seguir gris, ganadora del Premio Xavier Villaurrutia en 1977, la cual –con guiños autobiográficos– se interna por las experiencias (al estilo de un diario) de una joven enamorada por primera vez que desea encontrarse a sí misma, mientras vive en Inglaterra a finales de los años sesenta.

Para la puesta en escena La mañana debe seguir gris, actualmente en temporada en la Sala Héctor Mendoza, Angélica Amparán Román y Sandra Félix se encargaron de la adaptación mientras la dirección recayó en la propia Félix, quien creó una delicada y emotiva propuesta que transporta al momento decisivo en la vida de una adolescente.

Actriz de la Compañía Nacional de Teatro, Estefanía Estrada es Ella y entra a escena, abre una pequeña caja –que contiene soledad, esperanzas e ilusiones en forma de recortes de periódicos, souvenirs, cartas, postales y múltiples emociones agolpadas en la memoria–; regresa a un periodo de su vida (otoño de 1969 a primavera de 1970), en el cual la protagonista llega a Londres, una desconocida ciudad demasiado lejana de su natal Campeche.

En dicha urbe se encuentra con un mundo de posibilidades, lugares y personas. Conoce al poeta tabasqueño José Carlos Becerra, alumno de Carlos Pellicer y amigo de Hugo Gutiérrez Vega, quien la conquista con versos, películas, humor, pensamiento libertario y paseos bajo la lluvia.

Completan el elenco un bohemio Roldán Ramírez, una polifacética Dulce Mariel y un divertido Miguel Cooper. Asimismo, se conjunta el trabajo de iluminación de Kay Pérez (que mantiene tonos tenues que crean una atmósfera nostálgica) con el vestuario de Libertad Mardel (que destaca elementos característicos de la época) y la ambientación sonora de Edwin Tovar (que retoma canciones de The Beatles, The Rolling Stones y Bob Dylan, entre otros).

El cotidiano de los personajes es la poesía, las calles lluviosas y grises de Londres se pintan con versos de Becerra como: Ya tu cuerpo comprende lo que significa ser tu cuerpo, / lo que significa que tú seas él; / tu cuerpo extendido a lo largo de tu amor, a lo largo de tu alma, / y todos los barcos que zarpan de tu corazón llevan ahora / las luces apagadas… o ¿De quién son ahora estas palabras? /¿Qué movimiento realizan en la conclusión de mis actos? / ¿Qué apariciones y qué ausencias las hacen posibles? / ¿Quién las está escuchando? / ¿Quién las dirá de nuevo?

La ciudad inglesa se hace pequeña en escena, Ella y José Carlos se vuelven gigantes, transgreden reglas, se aconsejan y mandan enamoradas misivas con los deseos de vivir sus propias vidas.

Mirada romántica, inocente y entretenida de unos meses en la vida de

La mañana debe seguir gris