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Publica El corazón del daño

María Negroni indaga en la relación madre-hija

historia en la que una mujer huye de la casa familiar para descubrirse en la escritura; la autora concibió la novela tras la muerte de su mamá

La también poeta posa en una sesión fotográfica.Foto Cortesía: Alejandra López
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María Negroni (Argentina, 1951), ensayista, narradora y poeta —autora imbuida en atajos de una prosa extravagante por la extrañeza y sofisticación de sus concordias con el aval de un inventario de ensayos de linderos indeterminados (Museo negro...), sugestivos poemarios (Oratorio...), cuadernos transgéneros (Objeto Satie...) y novelas de codificaciones privativas (La anunciación…)— presenta El corazón del daño (Random House, 2022): despliegue de recónditas configuraciones en los parajes del abandono, que se conjugan en latidos de una búsqueda siempre en el vislumbre de riesgos suscritos en la frontera de la verdad y la apariencia.

Cuaderno de sucesiones en la madeja de improntas que dialogan con una música que demuele las armonías tangibles y se cobija en acordes coligados con mutaciones y marchas robadas a un tiempo doloroso enjuiciado por la “piedra oscura del mundo”. Atónito laberinto que nos abrasa dilucidado en una bitácora íntima y mundana a la vez. Balance existencial donde una madre asfixiante zanja los trances de una hija que apela a la escritura de “un pequeño libro de mi puño y cuerpo, seguramente errado en su tristeza, que fielmente fuera un censo de escenas ilegibles”.

“Este libro es una suerte de catálogo íntimo. ¿Ajuste de cuentas con una madre exasperada que agobia? Expongo mi consideración: la vida y la literatura, siendo ambas insuficientes, alumbran a veces —como una linterna mágica— la textura y el espesor de las cosas, la sombrada complejidad que somos. Desmontaje de una vida o las motivaciones de la fuga del abrigo familiar. Todo aquí cobra sentido a través de los enigmas del acto de escribir”, expresó a La Razón María Negroni.

Volumen donde se rompen los parámetros genéricos. ¿Suerte de novela-poema? No me interesa contar una historia a través de recursos convencionales de una progresión lineal de los hechos. Sí, asumo todos los hilos de una gravitación poética. Narración invadida de poesía en las franjas de la lengua materna.

¿Fragmentos/instantes de una vida desde evocaciones de la infancia? La vida de la narradora-protagonista gravita en torno a la figura de la madre y en especial el universo de su niñez. Evocaciones de la casa de la infancia: espacio que no figura en los atlas íntimos. Hay un momento en que la relatora dice: “Mi madre: la ocupación más ferviente y más dañina de mi vida. Nunca amaré a nadie como a ella”.

¿Prosa rebosada de silencios: configuraciones desde una sugestiva hondonada? Mi sueño como escritora es que me lean en los renglones del vacío, en el silencio, en los ovillos de elipsis que presagian una música callada de ecos encajados en los alaridos de pájaros lastimados. Recurro a Maria Zambrano: “Escribir es defender el silencio en que se está”.

¿Influjos de la escritura de Marguerite Duras? Siempre me sedujo su personalísima escritura. Leer Moderato cantabile fue determinante en mi formación. Y asimismo El mal de la muerte o El amante. Pero, también ha sido clave mi lectura de Clarice Lispector, quien fue una equilibrista sobre la celada de las palabras.

¿Repertorio de breves codificaciones íntimas? Recopilo todas las inmediaciones de una vida y también las alegorías de sus franjas más subjetivas. Escribí esto, que algunos han calificado como ‘dispositivo literario’, en el tránsito de espera y después de la muerte de mi madre. Álbum de esquelas, versos, resentimientos, rencores, ternuras. Intento encontrar un habla que vuelva a nombrar los pasmos, las extrañezas de la infancia.

El corazón del daño

En la casa de la infancia no hay libros.

Patines hay, bicicletas, cajas de cartón con gusanos de seda, pero no libros.

Cuando le digo esto a mi madre, se enfurece.

Por supuesto había libros, dice.

No sé. En todo caso, no hay una biblioteca de ejemplares ingleses como la que tuvo Borges.

También de otra cosa estoy segura: una mujer difícil y hermosa ocupa el centro y la circunferencia de esa casa. Tiene los ojos grandes, los labios pintados de rojo. Se llama Isabel, pero le dicen Chiche, que significa juguete, pequeño dije, objeto con que se entretienen los niños.

En una escena interminable, la miro maquillarse en el baño.

Un hechizo de ver esa mujer. A las veces, hambre y golosía.

Adentro puro, enigma puro.

Mi fascinación la divierte. De vez en cuando, mira hacia abajo y me ve. Solo de vez en cuando.

Mi madre: la ocupación más ferviente y más dañina de mi vida.

Nunca amaré a nadie como a ella […]

Fragmento tomado del libro.

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El corazón del daño
  • Autora: María Negroni
  • Género: Novela
  • Editorial: Random House, 2022