Rina Lazo, primer mujer en sumar un mural al acervo de Bellas Artes

En el siglo pasado las muralistas mexicanas quedaron relegadas, pues su obra, en la mayoría de los casos, quedó en espacios menores o en proyectos que no se concretaron, como ocurrió con María Izquierdo, a quien le comisionaron un trabajo en Palacio Nacional que le cancelaron sin explicación alguna. Por eso hoy, Rina Lazo (1923-2019) hace historia y marca un precedente al sumar de manera oficial una obra mural a la colección permanente del Museo del Palacio de Bellas Artes a partir de hoy.

Desde este viernes 16 de agosto, Xibalbá, el inframundo de los mayas, la última obra que pintó, formará parte del recorrido del Área de Murales, donde se encuentran obras de José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, Jorge González Camarena, Roberto Montenegro y Manuel Rodríguez Lozano. La pieza fue donada por la hija de la artista y de Arturo García Bustos, Rina García Lazo, quien así cumple uno de los sueños de su madre.

“Me siento muy emocionada de ver el sueño que hubiera tenido mi mamá, ser parte de la colección permanente del Palacio de Bellas Artes. Yo hice la donación al pueblo de México de este último mural de mi mamá, quise que estuviera expuesto para el deleite de muchas generaciones”, dijo en entrevista con La Razón.

Para la arquitecta y restauradora, este hecho es una puerta que se abre para valorar a artistas que hicieron obra monumental y fueron poco valoradas por un sistema en el que se apoyaba más a los hombres, fueron pocas las que tuvieron murales en espacios públicos, como Aurora Reyes.

“Me parece una decisión acertada que una mujer entre al Palacio de Bellas Artes, con este mural mi mamá se consagra como una gran artista, va a repercutir no sólo nacional sino internacionalmente.

“Hay muchísimas mujeres pintoras que con gran esfuerzo lograron hacer arte monumental y que desgraciadamente no están valoradas, pero con este ingreso de mi mamá se abren las puertas para los estudios más importantes que pueda haber de muchas artistas mexicanas de la época”, expresó.

Era tan complicado que tuvieran espacios que muchos de los murales que concibió Rina Lazo los trabajó en su taller sin ni siquiera saber dónde se podrían exponer, como Venerable abuelo maíz, que finalmente encontró sede en el Museo Nacional de Antropología.

El mural Xibalbá, el inframundo de los mayas fue un proyecto que la artista guatemaltecamexicana trabajó durante 10 años, pero al que en sus últimos días le dedicó todas sus energías y esfuerzos.

“Pasaban los años, siempre tenía otras cosas que hacer, dejaba el mural, luego en 2017 falleció mi padre, ella dejó de pintar prácticamente un año y por ahí de 2018 volvió a retomar y dijo: ‘Tengo que terminar este mural’. Si me pongo a buscar fotografías del proceso, la mitad del mural la realizó prácticamente en su último año de vida”, contó García Lazo sobre el mural que su madre concibió sin ningún ayudante y que finalmente terminó dos días antes de su muerte.

En el mural se representa la cosmogonía maya, un tema recurrente en la obra de Rina Lazo. Está inspirado directamente en el Popol Vuh, pero también en muchas experiencias de la misma infancia de la artista. Presenta el cielo, la tierra y el inframundo, como lo concebían las culturas mesoamericanas. “Rina Lazo siempre fue una admiradora e investigadora de la cultura maya. Se inspiró cuando era muy pequeña del viaje que realizó a las cuevas de La Candelaria en Cobá”, detalló.

Buscan rescate de otro mural

Uno de los primeros murales de Rina Lazo en Guatemala se encuentra deteriorado y autoridades del Museo de la Universidad de San Carlos de aquel país, buscan restaurarlo. Ante la falta de recursos, quieren tocar puertas en México para hacer un trabajo de rehabilitación colaborativo.

Se trata de la obra Tierra fértil, que la pintora concibió en la década de los años 50. “Está muy deteriorado por mucha humedad, tiene hongos, se necesita darle una buena restaurada”, dijo a La Razón Rina García Lazo, a quien se acercaron autoridades del recinto para buscar apoyos del lado mexicano y lograr rehabilitarlo.

“Quieren que México les dé el apoyo, ellos estaban dispuestos a dar hospedaje y alimentación a cambio de que fuera alguien de Cencropam o de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía“, comentó García Lazo, quien llevará la propuesta al Instituto Nacional de Antropología e Historia y al Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.