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Las morras de Tony Soprano (25 años del seductor de la mafia)

EL CORRIDO DEL ETERNO RETORNO

Livia Soprano, interpretada por Nancy MarchandFoto: HBO
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Se cumple un cuarto de siglo de Los Soprano, la historia de los mafiosos de Nueva Jersey. La serie introdujo un grupo de matones inolvidables en la cultura popular. Pero el mundo de los capos no estaría completo sin la contraparte femenina. Mujeres nobles, valientes, ultrajadas, violentadas, pero también mujeres duras, malvadas y muy cabronas pueblan las seis temporadas que duró al aire. 

El protagonista, Anthony “Tony” Soprano, interpretado por James Gandolfini, tuvo mucha suerte con las mujeres. Tanto de la buena como de la mala. Tony tuvo que luchar para mantener el pellejo a salvo en cada capítulo. Cuando no eran los vecinos de enfrente, la mafia de Nueva York, era su círculo familiar quien quería borrarlo del mapa. Mientras se debatía por conservar el liderazgo, tenía que lidiar al mismo tiempo con las mujeres a su alrededor. Con las de su propia familia y con las amantes que se levantaba a la menor provocación.

Las relaciones de Tony con las mujeres fueron conflictivas en su mayoría. Aunque hubo momentos de gran romance y otros de ternura. Resulta curioso que la menos problemática fuera con su hija. Meadow Soprano fue la única con la que Tony no tuvo confrontaciones directas de cuidado. Durante la adolescencia de Meadow, cuando se revelaba en contra de la autoridad era la de su madre. A Tony no pasó de darle un par de disgustos menores. Ni siquiera cuando comienza una relación con el hijo del mafioso Patsy Parisi, hay enfrentamiento entre padre e hija. Es entre estos dos personajes que se produce una de las escenas más conmovedoras de la serie. Cuando Meadow le confiesa a Tony que decidió estudiar leyes para defender a la gente como él de la policía. Es la muestra de amor incondicional más importante que recibe Tony después de las de su esposa.

Estas son algunas de las figuras femeninas más importantes con las que Tony tuvo que alternar en Los Soprano:

CARMELA SOPRANO (Edie Falco)

No sólo Tony era una persona divida, también lo era su media naranja. Carmela estuvo siempre indecisa entre dejar a Tony o seguir con él. No sólo por las amantes que la llamaban a su casa para humillarla. También por las actividades de su marido. Carmela nunca ignoró el peligro que entrañaba la clase de vida que llevaban, pero también le gustaban los lujos que ésta les procuraba. 

Una de las muestras más explícitas del amor que sentía Carmela por Tony se da durante el primer capítulo. El famoso de los patos. Cuando el mafioso sufre un desmayo a causa de un ataque de pánico. Durante la escena en que a Tony le van a realizar una tomografía de la cabeza, Carmela le dice a Tony que se va a ir al infierno. Sin embargo, dentro de ese intercambio de sinceridades entre ellos, queda claro que Carmela nunca lo va a dejar. No importa lo que ocurra. Como ocurrió hacia el final de la serie, cuando Tony tiene que abandonar la ciudad para esconderse de la pandilla de Nueva York. Carmela deja todo para huir con él.

La tensión sexual es una de las grandes constantes de la serie. Y Carmela no fue la excepción. Aunque nunca le fue infiel a Tony, tuvo sus flirteos. Con el padre Phil Intintola y con Furio.    

LIVIA SOPRANO (Nancy Marchand)

Una formidable presencia femenina, así calificó la psiquiatra a la madre de Tony cuando éste se la describió. Una de las cosas más asombrosas de la serie es que la mafia ordenó la muerte de Tony un par de veces, pero para llegar a esa decisión tuvieron que pensársela mucho. La única persona a la que no le tembló la mano para sugerir que Tony debería ser quitado del camino fue su propia madre. Livia le dijo entre líneas a su cuñado Junior, el Uncle Jun, que su hijo debía ser liquidado.

Durante toda la serie, además de los grupos rivales, la figura contra la que tuvo que luchar más Tony fue la de su madre. Uno de los momentos más divertidos de la primera temporada es cuando Livia atropella a una amiga, otra viejita como ella, después de dejarla en su casa. Esto como consecuencia del deterioro físico y mental a causa de la vejez. Lo que lleva a Tony a tomar la decisión de depositarla en una casa de retiro para ancianos. Lo que desata una batalla en ocasiones silenciosa y en ocasiones bulliciosa entre ambos.

Mujeres duras, malvadas y muy cabronas pueblan las seis temporadas que duró AL AIRE

JENNIFER MELFI (Lorraine Bracco)

Reconocida dentro del cine de mafiosos por haber sido la esposa de Ray Liotta en Buenos Muchachos, aquí es la psiquiatra de Tony. Si bien Tony se acostó con muchas mujeres, con quien nunca lo hizo fue con su terapeuta. Aunque existe una escena en la que Tony sueña con ella y hay un intercambio de besos entre los dos personajes. Si bien nunca se lo confiesan, es evidente que están enamorados el uno del otro. 

La tensión sexual más fuerte se da entre ambos personajes. Que parece que siempre están a punto de lanzarse uno encima del otro. El carácter provocador de las faldas de la psiquiatra es un elemento que hace de las terapias de Tony siempre algo muy candente. No importa si está confesando un asesinato o si el mafioso derrama lágrimas de impotencia.

JANICE SOPRANO (Aida Turturro)

La peor hermana que cualquiera puede desear. Janice aparece en la serie como una hippie reformada que llega a gravitar alrededor de la familia. Siempre deseosa de poder y de dinero. Como la madre, no duda nunca en conspirar en contra de Tony. Tampoco le temblaría la mano si de ordenar la desaparición de su hermano se tratara. Las constantes pugnas entre ellos está dentro de los mejores momentos de la serie. Janice pasa por una serie de transformaciones a lo largo de la trama. Pero nunca está de lado de Tony. Quien sí tiene que apoyarla porque el código marca que como parte de su familia no la puede ignorar.

Aunque Janice se vende a sí misma como una mujer dulce y amorosa, en el fondo es una Soprano. Y comete un crimen, mata a una de sus parejas, Richie Aprile. Lo acuchilla y es Tony el encargado de deshacerse del cuerpo.

GLORIA TRILLO (Annabella Sciorra)

De entre las siete amantes de Tony, la más extrema fue la vendedora de autos de lujo. Enferma de celotipia, amenaza al capo con contarle todo a Carmela. Las cenas románticas en el departamento de ella se tornan en peleas. Gloria rompe platos, grita y agrede a Tony. A lo que él responde sometiéndola. Durante una de esas discusiones es que se presenta una de las mejores escenas de la serie. Tony la toma del cuello y la estampa contra la pared y luego contra el piso. Después manda a uno de sus subalternos a que la encañone y que la amenace con darle un tiro si se atreve a pararse enfrente de Carmela. Capítulos después Gloria se suicida a causa de la depresión que le causa el abandono de Tony.