“Y yo te amaré, te amaré por siempre”, adiós a la voz de Enanitos Verdes

El rock en español está de luto, Marciano Cantero, vocalista de Enanitos Verdes, falleció ayer a los 62 años en una clínica en Argentina. Los escenarios perdieron a una de sus más grandes estrellas y una de las voces más icónicas de Lationamérica, cuya trayectoria dejó grandes himnos que han quedado incrustados en la memoria de todos aquellos que corearon, rieron y lloraron con alguno de sus temas y que hoy cantan a todo pulmón “Lamento boliviano”, en especial: “Y yo te amaré/Te amaré por siempre”.

Cantero fue operado de urgencia la semana pasada y estuvo delicado de salud durante los últimos días, situación que mantuvo a su seguidores preocupados y deseosos de que el cantante mejorara. Con la intención de ayudar al músico, los doctores tuvieron que extirpar un riñón y parte del bazo. Tuvo graves complicaciones en el riñón que le quedaba, y ayer por la tarde murió.

“Su salud empeoró en los últimos diez días. Volvió muy cansado de una gira de 42 conciertos, 23 en México y 19 en Estados Unidos. Le descubrieron un tumor en el riñón y por eso lo operaron”, dijo su hermano Eduardo al diario El Clarín.

Fue vocalista, bajista y líder de una de las bandas de rock en español más icónicas de todos los tiempos: Enanitos Verdes. La agrupación surgió en 1979, en Mendoza, Argentina de la mano de Cantero, Felipe Staiti y Daniel Piccolo, quienes durante la década de los años 80 lograron posicionarse en los primeros lugares de las listas de popularidad en América Latina, Europa y el Caribe.

Marcelo Lara, guitarrista de Moderatto, lamentó el deceso del músico y destacó el enorme mérito que tiene la banda argentina: “Marciano Cantero representa esta generación de los rockeros latinoamericanos que tuvieron que luchar contra marea en su natal país y eso les dio una enorme madurez y crecimiento que los hizo transportar todo lo que lograron en sus lugares de origen”, dijo en entrevista con La Razón.

La banda comenzó su carrera con presentaciones en pequeños clubes de Mendoza, para después pisar algunos teatros de su provincia y de sitios aledaños. Tras cuatro años de triunfar a nivel local decidieron ir a probar suerte en Buenos Aires, donde sus temas empezaron a volverse populares.

En 1984 fueron invitados al Festival de La Falda, donde fueron elegidos como grupo revelación, llevándose la ovación del público. Después de participar en varios festivales, grabaron su primer LP, Los Enanitos Verdes. A partir de entonces no dejaron de cosechar éxitos y de romper récords.

“Es de los primeros grandes compositores y músicos de rock and roll en castellano de los últimos treinta o cuarenta años”, apuntó Lara sobre Cantero, pues la banda le regaló al mundo icónicas canciones como “Lamento Boliviano”, “Luz de día”, “La muralla verde” e “Igual que ayer”, entre muchos otros que hoy son himnos de la música en español. La particular voz de Cantero, tranquila y aguda como para interpretar baladas, pero lo suficientemente rasposa para el rock, dotó a la agrupación con un estilo único e innovador, que nadie podría igualar.

“Deja un legado enorme, una fuerza incansable dentro del rock internacional y un queridísimo amigo que va a ser muy recordado. Afortunadamente tenemos su música, grandes himnos del rock en español que ya están en el ADN colectivo de la gente, que cuando piensa en rock siempre piensa en Marciano Cantero”, concluyó Marcelo Lara.