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Temporada 2 

'House of the Dragon': Así reaccionó el público al tercer capítulo de la serie

Así reaccionó el público al tercer episodio de la segunda temporada de 'House of the Dragon'

Así reaccionan al tercer episodio de House of the DragonHBO MAX
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Este domingo, se estrenó un nuevo episodio de House of the Dragon, en el cual vemos a la guerra acercarse cada vez más y descubrimos que el inicio de la guerra surgió por un lamentable motivo que pudo haberse evitado. 

Podemos ver que la guerra de House of the Dragon actualmente es casi inminente y aún así, Rhaenyra hace el último intento para evitar la guerra civil al acudir disfrazada ante la presencia de Alicent, a quien considera la persona más cuerda con la que puede hablar del bando contrario.

Asimismo, vemos los personajes secundarios del norte, los cuales nos da referencias sutiles a los lectores. Podemos ver cómo el pueblo de Westeros ve a Rhaenyra y Aegon, como figuras representativas de sus facciones, con "la cruel" cargando la culpa por la muerte del hijo de Aegon, a pesar de no haber participado ni consentido tal acción.

El inicio del tercer episodio nos mostró con crudeza lo que se vive en la guerra civil que si bien no ha iniciado del todo, se aproxima poco a poco:

Y más adelante en el episodio, la escena de Aegon en el burdel dejó a varios perturbados:

El odio por Sir Criston Cole parece que no tiene fin, pues en el tercer episodio de la serie, el público lo sigue encontrando detestable al grado en que no dudan en compartir su desprecio en redes sociales:

Y se mostraron contentos de que incluso su vida estuvo en peligro, cuando Baela decidió perseguir a Criston Cole al verlo mientras ella se encontraba sobre su dragón y pudimos ya no verlo más, aunque al final no sucedió:

Así que... parecer ser que ya hay favoritos para la temporada del consejo Negro:

La parte que más llamó la atención es cuando Rhaenyra se encuentra con Alicent y se dan cuenta de que toda la guerra sucedió por un simple malentendido sobre la última voluntad del rey Viserys.

Y en definitiva, House of the Dragon nos dejó una importante lección: