Lobas, donde las mujeres toman las riendas de la escena

La obra de teatro Lobas pone en la cancha de futbol las inquietudes de la adolescencia, la feminidad, la crítica social y la sororidad para que sean las mujeres quienes se apropien de la escena, tanto en la ficción como en la realidad.

A través de la historia de un grupo de adolescentes, que entre sus entrenamientos y momentos previos a sus partidos de futbol, hablan de temas tabú como el aborto, la menstruación y el acoso, la puesta en escena escrita por la dramaturga Sarah Delappe, hace un acercamiento a esta etapa de la vida.

“La sororidad que hay en Lobas se transmuta a la ficción, porque la obra va de eso, del amor y respeto que nos tenemos como actrices, de los vínculos que tienen los personajes. De volver a conectar con la adolescencia”, comentó a La Razón Sharon Ayon, quien en la obra da vida a 14.

Su personaje es una chica que tiene una entrañable amistad con 1 (Ana Guzmán Quintero). Ambas se protegen, se divierten, se apoyan y se quieren, pero su relación se fractura.

“Fue todo un reto dar vida a 14, porque tiene una energía muy distinta que tengo como persona, pero fue padre ver que tengo esos colores, esa inseguridad, ese querer pertenecer, de repente mentir por convivir”, comentó Ayon.

En el montaje dirigido por Paula Zelaya Cervantes, quien también hizo la traducción y adaptación del texto, el público desde el inicio se siente en todo un ambiente pambolero: las butacas son las gradas desde donde parece que verán un partido de futbol; sin embargo, más allá de ese deporte, lo que observan es a un grupo de chicas, a veces empáticas entre ellas y otras crueles, mostrando el mundo como se mira desde esa edad. Como si el balón fueran sus emociones, reflejan un ir y venir entre lo que viven a esa edad.

Lobas, que esta semana se despide del Foro Lucerna, en la Ciudad de México, es un proyecto conformado 100 por ciento por mujeres, lo cual celebra Sharon Ayon, quien espera que cada vez haya más montajes de este tipo. Es la segunda obra de este año en la que todo el equipo es de mujeres, la primera fue Emilia. “Es nuestro trabajo, tanto como actrices como productores, crear esos espacios y no soltarnos, seguir creando esos espacios seguros y sororos”, concluyó.