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"Tejedoras de sueños"

"La Flor de Xochistlahuaca": Preservando el arte del huipil prehispánico en Guerrero

La cooperativa, integrada por mujeres amuzgas del sur de Guerrero, buscan rescatar, preservar y fomentar las técnicas ancestrales de hilado y teñido

La Flor de Xochistlahuaca, cooperativa ubicada al sur del estado de Guerrero.Foto: Facebook, @CulturaGuerrerense
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La Flor de Xochistlahuaca es una cooperativa integrada por mujeres amuzgas del sur del estado de Guerrero, dedicadas a la elaboración de huipiles prehispánicos de una belleza y complejidad excepcional.

Estas artesanas, que buscan la preservación de técnicas ancestrales de hilado y tejido, crean con sus manos las tradicionales prendas típicas de los pueblos indígenas, consideradas uno de los pilares de la identidad mexicana.

Fundada en 1969, la cooperativa "La Flor de Xochistlahuaca" se centra en el uso del telar de cintura, transmitiendo esta tradición de generación en generación. Su fundadora, la maestra textil Florentina López de Jesús, conocida como Doña Tina, nació en 1939 y dedicó su vida a su comunidad amuzga. 

Florentina López de Jesús, maestra textil fundadora de "La Flor de Xochistlahuaca".Foto: laflordexochistlahuaca.blogspot.com

Doña Tina enseñó el arte del telar de cintura a numerosas generaciones, siempre resaltando la importancia de la calidad, sencillez y humildad en el trabajo. Aunque Doña Tina falleció en 2014, su legado continúa en la cooperativa, que sigue enseñando y practicando las técnicas de hilado y teñido del algodón a mujeres, jóvenes y niñas.

Las artesanas de "La Flor de Xochistlahuaca" producen una gran variedad de textiles, incluyendo huipiles, blusas, rebozos, caminos de mesa y cojines, utilizando algodón blanco, coyuche y algodones mercerizados.

Misión de "La Flor de Xochistlahuaca"

La misión de la cooperativa es rescatar, preservar y fomentar las técnicas ancestrales de hilado y teñido, y es a la vez una escuela de tejido, ofreciendo talleres que promueven el arte del telar de cintura; además, buscan estimular el desarrollo de la capacitación artesanal a través de cursos que mejoren su competitividad en el mercado.

Ubicada en el municipio de Xochistlahuaca, en la zona sureste de Guerrero, la cooperativa ha logrado plasmar en sus huipiles la vida cotidiana, los paisajes selváticos y los animales de la región. Sus productos han ganado reconocimiento en países como Estados Unidos y España.

Desde 1972, "La Flor de Xochistlahuaca" ha participado en diversos concursos nacionales e internacionales, obteniendo 35 premios y galardones. En 2004, la cooperativa recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes, otorgado por el Gobierno de México, en la categoría de artes y tradiciones populares.

cehr