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Especialista los asocia a ola de calor

Delitos ambientales, al alza en 17 estados

Uno de los más afectados es Nayarit, con repunte de 242.2%; la tala clandestina aumenta la temperatura e inhibe la caída de lluvia, afirma el experto Víctor Daniel Ávila Akerberg

La Profepa difundió ayer esta imagen sobre una obra que clausuró el pasado miércoles en una zona de preservación ecológica, en el estado de Morelos.Foto: Especial
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Durante los primeros cinco meses de este año, los delitos contra el medio ambiente tuvieron diferentes niveles de incremento en 17 estados del país, con un aumento global del 12 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Nayarit es uno de los estados más afectados por este flagelo, al registrar alza de 242.8 por ciento, toda vez que las carpetas de investigación pasaron de cuatro a 14 entre un periodo y otro.

El doctor en Recursos Naturales por la Universidad de Friburgo, Alemania, y catedrático de la UNAM, Víctor Daniel Ávila Akerberg, dijo a La Razón que el delito ambiental más socorrido y uno de los más graves es la tala clandestina, la cual está directamente asociada a la ola de calor que azota actualmente a gran parte del país.

“Es una relación directa, porque los árboles, por un lado, funcionan como captadores de bióxido de carbono y de otros gases de efecto invernadero… al no haber esta vegetación, pues seguimos emitiendo estos contaminantes que funcionan como captadores de energía del sol y esto provoca cambios en nuestra temperatura”, remarcó.

Agregó que los bosques atraen humedad: “Donde hay más humedad va a haber más nubes y va a haber una mayor precipitación, mayor lluvia, por lo tanto, si perdemos un bosque también perdemos la capacidad de retener esa humedad y se inhibe la lluvia”.

Otro de los estados afectados por el repunte de delitos contra el medio ambiente en los primeros cinco meses de este año es Nuevo León, con 262.5 por ciento, al pasar las carpetas de investigación de ocho a 29 entre los primeros cinco meses del 2022 y el mismo periodo de este 2023.

En tanto, Colima, Zacatecas e Hidalgo presentan aumento del 100 por ciento cada uno de ellos. En el primer caso, los expedientes pasaron de dos en 2022 a cuatro en el acumulado de este año, mientras que en Zacatecas los casos pasaron de uno a dos entre los periodos analizados.

En Aguascalientes el incremento fue de 87.5 por ciento, ya que en el primer quinquemestre del 2022 se iniciaron 24 averiguaciones previas, cifra que subió a 45 en el mismo lapso de este año.

En Durango el aumento fue de 400 por ciento, ya que las carpetas pasaron de cero en el acumulado a mayo del 2022 a cuatro en el acumulado del año con corte al mes pasado.

El especialista Víctor Daniel Ávila Akerberg señaló que los delitos ambientales más comunes en nuestro país son los relacionados con los bosques, “lo que tiene que ver con la tala, con la deforestación, con el cambio de uso de suelo”.

Indicó que la tala clandestina e inmoderada es uno de los más graves, pues “involucra otros temas, como la pérdida de la biodiversidad y de especies de plantas y animales”.

Enfatizó que los bosques son “el refugio, el hábitat para una biodiversidad única y súper importante que resguarda nuestro país, y como estamos considerados un país megadiverso, es una responsabilidad muy importante que tenemos acá, la de resguardar tanta variedad de animales, plantas y hongos”.

Y añadió: “Existe una especie de ajolote que tenemos en México y que, pues está en una categoría de riesgo de extinción, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana 059, y esto obedece en gran medida a la tala ilegal, así como a la contaminación de los cuerpos de agua donde habita esta especie”.

El experto destacó la importancia de acudir a denunciar la comisión de delitos contra la naturaleza: “Tenemos una policía ambiental a nivel federal que se llama Profepa y pues es una de las instancias principales a las que hay que dirigirnos, aunque también hay delitos que se consideran más del orden local o del orden municipal o estatal”.

El académico puso especial énfasis en recordar que “algo que es bien importante que tengamos presente es que la Constitución de nuestro país nos respalda y que uno de sus preceptos, en el artículo cuarto, señala que los ciudadanos tenemos derecho a vivir en un ambiente sano”.

Se trata, dijo, de una premisa básica que debemos hacer valer ante las autoridades y exigir que se respete ese derecho constitucional, lo que implica que tengamos bosques sanos y un medio ambiene en general sano.

Ávila Akerberg llamó a cuidar el medio ambiente en todo momento y lamentó que en México “no tenemos una buena infraestructura para hacer un tratamiento adecuado de todas las aguas residuales, pues muchas veces los drenajes, pues, solamente son vectores para llevar la contaminación a los ríos, a los lagos, a las lagunas y finalmente al mar”.