Con obras magnas garantizan abasto de agua en NL para siguientes 15 años

Nuevo León ha aprendido la lección, pues su ciudadanía, junto con los organismos que dan servicio de suministro de agua, logró que la crisis hídrica del año pasado vivida en esta entidad sea ahora parte de la historia para recordar.

Cada hora que Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey (SADM) destinó para salir de esta problemática valió la pena. Y es que el suministro se mantiene y no sólo eso, sino que la entidad terminará el año con agua porque se trabaja siempre con una reserva estratégica, afirma su director, Juan Ignacio Barragán.

“Gracias al trabajo y a la voluntad de nuestro gobernador Samuel García, vamos a terminar este 2023 con una reserva potencial de hasta 63%”, señala.

Ciertamente, reflexiona, NL estaba en octubre del 2021 en una situación dramática, pues se tenía la presa Cerro Prieto al 12% de capacidad y se esperaba un año 2022 muy seco, lo que sucedió. La presa El Cuchillo tenía agua, pero sólo puede dar cinco metros cúbicos por segundo, y el embalse La Boca estaba abajo del 40%.

Desde el inicio de la administración se se dieron cuenta de la necesidad de acciones inmediatas para enfrentar esta crisis, ya prevista por el gobierno saliente y que afectó la vida de más de 600 mil personas.

Las presas

Se establecieron medidas emergentes de perforación de pozos someros, y se buscó racionar de manera inteligente el suministro de agua a las diferentes zonas de la ciudad y su área metropolitana para que no se tuviera una problemática generalizada. También, l Gobierno de Nuevo León realiza magnas obras para garantizar el líquido.

“La obra que, digamos, teníamos iniciada cuando comenzó la administración es la Libertad, que en ese momento tenía un 20% de avance, y la cual proveerá a la ciudad de aproximadamente mil 600 litros por segundo (lps) una vez concluida”, dijo.

La otra obra, añade, es el segundo acueducto proveniente de la presa El Cuchillo, el Cuchillo II, que abastecerá en 5 mil lps a Monterrey y su área metropolitana.

El Cuchillo II es una obra que se tenía prevista desde 1997, pero ninguna administración anterior la llevó a cabo. Actualmente lleva un avance global de más del 64.12%, y se tiene previsto que en este verano comience a dar agua con un primer sistema de bombeo que debe dar, aproximadamente, mil 200 lps.

Para finales del verano un segundo y tercer bombeo, este acueducto podría suministrar hasta 3 mil 600 lps, aunque la obra no esté totalmente terminada. Para noviembre recibiría 5 mil lps.

La presa Libertad lleva un avance de 53.8%, la cual debe estar concluida en diciembre; hay que mencionar que, al principio, el mayor problema era que no se tenía la totalidad de la tenencia de esta tierra donde se construye.

“Hoy, prácticamente, tenemos lo más importante: todo lo que es la cortina ya se tiene la tenencia de la tierra y hay algunos predios todavía por adquirir pero se terminarán de hacer en lo que resta de este año.

“En cuanto a la presa Libertad tomará un año o dos en llenarse; sin embargo, lo importante es que ya están dadas las bases para que Nuevo León pueda realmente administrar su capacidad de suministro de una manera inteligente, racional, y de esta manera garantizar la resiliencia de nuestro sistema para las futuras generaciones”, afirma.

Inversión histórica

El Cuchillo II va a representar una inversión superior a los 5 mil 700 millones de pesos por parte de Agua y Drenaje de Monterrey, y aproximadamente 4 mil 500 millones de pesos por parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua); la cifra definitiva se sabrá hasta que estén concluidas las obras.

En cuanto a la Libertad, implicará una inversión total de 7 mil 500 millones de pesos, esto incluye una obra que no estaba prevista en una primera etapa, que es la construcción de un gasoducto que surte actualmente el 30% del gas del país y que atraviesa la presa por lo cual se tendrá que construir uno nuevo con tubería de mayor capacidad para que pueda estar por debajo de la presa sin presentar ningún riesgo, y esto implica una inversión del orden de mil millones de pesos.

De igual forma, se está en proceso de desviar una línea de alta tensión de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), obras que no estaban presupuestadas originalmente, pero el costo total estimado es de 7 mil 500 millones de pesos, el cual se divide 50% la Conagua y 50% SADM.

Un 2022 para olvidar

 En el 2022 se tuvieron los índices más bajos de captación de lluvia en décadas; hubo meses en que no llovió, de manera de que los niveles de las presas se fueron agotando y apareció la problemática de la crisis hídrica.

“La crisis del año pasado no volverá a repetir en muchos años. Podemos decir que con las nuevas fuentes de abastecimiento tendremos agua suficiente para, por lo menos, 15 años más”, dice Barragán.

Siguiendo esta política de tener siempre una reserva de agua, se tendrá que continuar haciendo nuevos proyectos que forman parte del Plan Maestro del Agua que el Gobierno del estado, junto con SADM, ha expuesto ante la ciudadanía desde hace un año y en el cual se trabaja de la mano con Conagua.

Crisis=Aprendizaje

Para Juan Ignacio Barragán, director del SADM, la crisis hídrica del 2022 dejó una gran lección, no sólo para NL, sino para México.

“Los organismos que prestamos los servicios de agua no podemos vivir trabajando al límite de nuestra capacidad, porque cualquier problemática, cualquier crisis, cualquier situación ligada al cambio climático puede hacer que una de nuestras fuentes de abastecimiento falle, como es el caso nuestro con la Presa Cerro Prieto, que se encontraba muy baja en su capacidad; al fallar esa fuente el sistema, inmediatamente, entra en crisis”, relata.

Para que NL sea resiliente y pueda enfrentar las problemáticas del agua en el futuro, menciona, se tiene que aprender a cuidar todo el ciclo del agua, en el que se incluye continuar las acciones del programa Ciudadanos de 100, en el que se invita constantemente a hacer un uso más eficiente del agua en los hogares.

Que las empresas e industrias, comprendan la importancia de utilizar el agua residual tratada de una mejor manera para evitar la explotación excesiva de los mantos acuíferos. Incluso, señala, cuidar el drenaje, el cual ha insistido en que no es un basurero en el que acaben residuos como grava, grasas y artículos varios.