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Federación asume costo de labores

Se agota esperanza y van 200 muertos por Helene

Joe Biden recorre otros dos estados golpeados por el peor ciclón desde Katrina; presidente de EU critica que un tema así se use como acto partidista; alertan por fenómenos que se acercan a la nación por el Atlántico

Pobladores realizan labores de limpieza y remoción de escombros en negocios y viviendas que se mantienen de pie en Carolina del Norte.Foto: Reuters
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En el sureste de Estados Unidos se diluye la esperanza a una semana del golpe del huracán Helene, pues creen poco probable hallar a sobrevivientes tras superar los 200 decesos y con ciclones que se acercan.

Residentes, voluntarios y autoridades persisten en la búsqueda y rescate, pues el tiempo es crucial y hay zonas a las que no han llegado. Lamentablemente el retiro de escombros expone más devastación con el hallazgo de cadáveres de personas ahogadas por las inundaciones o aplastadas por árboles o infraestructura, pues Carolina del Norte y Georgia registraron más decesos y siguen sin confirmar el total de desaparecidos, que en los primeros días advertían sería de 600.

Ese fenómeno climático se convierte en el peor desde Katrina, que pegó en 2005, al tiempo que prometen que ayuda será para todos, pues el presidente Joe Biden recalcó que la lucha es por la recuperación, no entre estados por fondos.

En su segunda visita consecutiva a la región, pues ya sobrevoló las Carolinas, el jefe de Estado observó ahora en Florida

—donde tocó tierra el ciclón — y Georgia los daños y reiteró que la prioridad es ayudar “tan rápido como sea posible”.

Vehículos de rescate avanzan hacia comunidades afectadas a través de carreteras desoladas, destruidas o hasta colapsadas, ayer.Foto: AP

Incluso, demandó dejar del lado la política y ser solidarios con las víctimas, declaración que pareció dirigir a republicanos, pues ni el gobernador Ron DeSantis ni Brian Kemp lo acompañaron en los recorridos y en su cuenta de X criticó “no pueden ayudar sólo si votaron por ti”, en alusión a informes ligados a Donald Trump, aunque no lo aludió.

Al recalcar que aceleran la ayuda, el demócrata refrendó que la Federación asumirá el costo total de los trabajos de remoción por tres meses, lo que incluye el despliegue de socorristas, cuadrillas para llevar alimentos y labores de limpieza en carreteras colapsadas y viviendas, donde la población lucha por recuperar las pocas pertenencias que terminaron a metros de sus hogares.

Y es que ante el impacto sigue el recuento de daños con vecindarios arrasados, un millón de personas que siguen sin luz, otros más sin agua, el riesgo de enfermedades y el temor de que se agoten los insumos.

Al respecto, alertan por la incomunicación, pues hay personas que sólo recolectaron víveres para dos o tres días y la emergencia ya se extendió una semana, por lo que siguen las donaciones para llevar insumos. Además, también investigan negligencias que pudieron evitar muertes, como el caso de una fábrica en Tennessee, donde según la prensa local los jefes no dejaron salir a los trabajadores y éstos quedaron atrapados.

Ante ello sigue el compromiso de autoridades de todos los niveles a reconstruir la zona en medio de la amenaza de que los montos federales no sean suficientes, ya que según datos del diario The Washington Post la mayoría de viviendas destruidas por Helene no contaban con ningún tipo de seguro, lo que agrava la pérdida económica y emocional.

En tanto, se emiten nuevas alertas por dos fenómenos climáticos que acechan el Atlántico, en una de las temporadas que ya pronosticaban sería de récords.

El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) indicó que hay dos amenazas: el huracán Kirk, que ya alcanzó categoría 4 —igual que la máxima fuerza de Helene—, y la tormenta Leslie, mismos que todavía siguen en el Caribe, pero que podrían causar estragos en la costa este el fin de semana con marejadas importantes.