La ventaja que los punteros de Brasil alcanzaron en una ida y vuelta no fue suficiente para evitar una segunda ronda, por lo que el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva se enfrentará al presidente Jair Bolsonaro en cuatro semanas.
Aunque el ultraderechista se mantuvo a la cabeza casi todo el recuento, después del 70 por ciento de los sufragios escrutados, Lula le arrebató la punta a quien hizo sonar las alertas de un posible "fraude".
Quien gobernó el país en la década pasada cerró con 47.95 por ciento, cuatro puntos más que el 43.62 de la preferencia hasta el corte del 97.56 por ciento de las actas registradas, hecho con el que el Tribunal Superior de Brasil dio por definida la elección hacia una segunda vuelta, a disputarse el próximo 30 de octubre.
No obstante, se quedó lejos del 50 por ciento que le dio la encuestadora Datafolha un día antes de la cita en las urnas.
Dicha diferencia representa casi la mitad de la ventaja que logró Bolsonaro al inicio del recuento, y quien consiguió el respaldo de 50 millones de ciudadanos, por debajo de los 55 millones que quieren que el izquierdista, acusado y este mismo año liberado de los cargos de corrupción, regrese al poder tras la gestión del derechista.
MAEP