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Grupo líder exige derogar reforma a pensiones

Contienen en Francia a la ultraderecha

Votación masiva da la vuelta a resultados que en la primera vuelta favorecieron al partido de Marine Le Pen; gobernarán en alianza frente de izquierda y Macron

Jóvenes celebran en las calles del país que la derecha de Agrupación Nacional no ganó, ayer.Foto: AP
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La amenaza de la ultraderecha en Francia volcó a la población al extremo de izquierda al dar al Nuevo Frente Popular (NFP) la mayoría de la Asamblea Nacional en la segunda vuelta, con lo que Emmanuel Macron negociará para sacar proyectos pendientes.

De manera sorpresiva la coalición del exaspirante presidencial Jean-Luc Mélenchon logró su objetivo: frenar a la derecha y sepultar el plan de Marine Le Pen, de Agrupación Nacional (RN), quien al inicio de la jornada admitió confianza en tener la mayoría absoluta y que su mano derecha, Jordan Bardella, fuera primer ministro.

Pero la alianza creada en respuesta al ascenso conservador en el Parlamento Europeo y previo a la primera ronda rompió pronósticos y anuló al señalado mayor riesgo si asumía el control legislativo.

Finalmente, el Frente se quedó con 182 escaños, según la prensa local, con lo que superó a la fuerza del ejecutivo federal, Ensemble con 168; en tanto, los euroescépticos obtuvieron 143 lugares, muy lejos de la apuesta de 389.

El resultado evidencia que las advertencias y escenarios fatalistas por un gobierno en cohabitación hicieron mella en los votantes, quienes salieron de manera masiva a cerrarle la puerta a la ultraderecha con la mayor participación en 43 años (67 por ciento), luego de que futbolistas, como Kylian Mbappé, arremetieran contra el bando conservador.

Uniformados tratan de contener las protestas cerca de la Plaza de la República.Foto: Reuters

Con ello, se anticipan importantes desafíos para el presidente centrista. Casi inmediatamente el radical Mélenchon demandó al Palacio del Elíseo que el primer ministro sea de la alianza ganadora, al pedir la batuta para formar gobierno, y derogar la polémica reforma de pensiones que Macron aumentó a 64 años o lo forzarían a renunciar.

Mélenchon agradeció el respaldo ciudadano para impedir el crecimiento de los ultras y va por poner en marcha su “ambicioso” plan legislativo, el cual se divide en tres plazos: 15 días, 100 días y lo que resta del mandato que concluye en 2027.

Entre los cambios destacan acabar con el maltrato económico del macronismo que empobreció al país, echar atrás el decreto de jubilación, derogar la ley de asilo e inmigración, aumentar el salario mínimo a mil 600 euros, más impuestos a los ricos y un plan diplomático para reforzar a las tropas ucranianas en su guerra contra Rusia y garantizar un alto al fuego en Gaza, de acuerdo con un documento de la coalición; pero también prevé leyes de salud y educación y afinar la lucha climática.

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Pero resalta que no hubo respuesta del poder sobre futuros choques, pero su oficina dijo que hablará después y reconoce la fase en la que entran para ajustar políticas clave con la salida del premier, Gabriel Attal. El líder más joven en ese cargo, quien aseguró su lugar en la Asamblea, confirmó que hoy oficializará su renuncia, pero seguirá en dicha tarea tras aplaudir que no ganó ningún extremo de manera contundente, lo que arriesgaría a Francia.

Pero la ultraderecha arremetió con todo y culpó a Emmanuel Macron y a la izquierda de arrojar al país a los extremistas, al considerar que ésos son los verdaderos rivales que alterarán a la nación.

Ante la derrota, Jordan Bardella tachó de “deshonor” una alianza “antinatural” entre el poder y la izquierda. Y es que la mano derecha de Le Pen y líder europarlamentario dijo que tal acto fue “deliberado” con tal de bloquear a su sector y la recuperación económica, por lo que advirtió que les esperan meses de incertidumbre, inestabilidad, inseguridad y hasta golpes al poder adquisitivo.

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Por separado, Le Pen —cuya hermana Marie Caroline no logró su escaño— minimizó el revés. Aunque se dijo decepcionada, afirmó que colocaron la semilla y sólo se retrasó su proyecto; mientras que el aliado republicano, Eric Ciotti, admitió preocupación por la fuerza extremista.

En contraste, el gabinete, países y ciudadanos celebraron el resultado que parece un respiro para el presidente de cara a la inauguración de los Juegos Olímpicos París 2024, furor al que se unieron futbolistas, quienes advirtieron del riesgo de un salto de la ultraderecha, tema en el que el defensa Jules Koundé elogió el “alivio” de ayer, mientras que España abrió un choque luego de que el presidente Pedro Sánchez celebró que en la misma semana dos aliados impidieron el paso de la derecha.

Pese al ánimo de celebración también hubo incidentes con grupos que protestaron en la Plaza de la República y ciudades como Marsella, Lyon, Rennes y Nantes, entre otras, donde según Le Figaro hubo 25 detenidos por provocar a la policía y lanzar artefactos explosivos.