Israel robustece golpes ante Hezbolá y apunta a más blancos

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) aumentan el cerco contra Hezbolá sin ignorar otros frentes, pues a la par de la intensificación en Líbano, para desalentar a los rebeldes, lanzó un ataque a Hamas, en territorio palestino.

Mientras aún evalúa una contundente respuesta a la provocación de Irán, la nación judía refuerza acciones aéreas y terrestres para vulnerar estructuras enemigas al apuntar hacia infraestructura terrorista y figuras de alto nivel en un intento de aleccionar a ésta y cualquier otra organización islámica alineada con Teherán que intente enfrentarlos, en medio de nuevos llamados a una tregua y la petición del G-7 a la “mesura”.

Desde temprana hora, el ejército de Benjamin Netanyahu ordenó el desalojo inmediato de 20 localidades en el vecino del norte al advertir a civiles ubicados cerca o al interior de escondites, bases y edificios controlados por el grupo paramilitar. Y tras detectar el lanzamiento de 200 cohetes contra su industria militar en el puerto de Haifa, las tropas de Tel Aviv activaron la esperada nueva ronda de bombardeos a múltiples estructuras terroristas, como el cuartel de Inteligencia de Hezbolá, a casi 24 horas de sacudir Beirut, donde atacó un centro de salud, en el que autoridades contabilizaron hasta una decena de muertos.

Entre la agitación por el resonar de sirenas antiaéreas en el norte de Israel, intercambios fronterizos y las explosiones e incendios que convirtieron a suburbios de Beirut en un gran destello naranja, la prensa árabe confirmó que las FDI van contra la cúpula islámica al revelar que el blanco de la oleada era Hashem Safi al-Din, posible sucesor del difunto mando Hassan Nasrallah, al descubrir presuntamente una reunión de alto nivel.

Acciones que redoblaron por la noche con fuertes estallidos que derribaron edificios al sur de la capital libanesa, unos cerca del aeropuerto, luego de arder por horas, con lo que la nación reivindica que está lista para elevar su fuerza.

Su objetivo, explicaron, es impedir la reestructuración enemiga y bloquear su intento de retornar a la frontera, sitio del que los replegaron cinco kilómetros, pues el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, asestó que “el grave daño continuará”, en un prolongamiento del conflicto.

Lamentablemente en estos duros ataques a islámicos las FDI exponen a civiles, por lo que ya intervino el ejército libanés para rebajar la amenaza ante las llamadas ofensivas “selectivas”, mientras se acumulan los muertos con dos mil en semanas y escala drásticamente el éxodo con un millón de refugiados. De los últimos se calcula que 130 mil huyeron a Siria —controlada por terroristas—, mientras más naciones envían vuelos para rescatar a civiles y empleados, como lo hicieron Alemania, Colombia y España, ante el temor de que queden atrapados en el fuego cruzado.

En tanto, organismos ya evalúan su salida. Naciones Unidas indicó que, aunque su Fuerza Provisional en Líbano (UNIFIL, por sus siglas en inglés) sigue en posiciones como miles de cascos azules, analiza una retirada luego de que en la noche previa 28 empleados de la Organización Mundial de la Salud (OMS) murieran en un bombardeo, acto en el que también resultaron heridos dos periodistas extranjeros, según la prensa mundial, lo que detonó más llamados a un alto al fuego, ante la devastación y trauma generado en menos de un mes.

Pero Israel insiste que su embestida es legítima, pues alertó a civiles para evacuar los objetivos y recalcó que son los islámicos los que ponen en riesgo a esa población, tal como lo hace Hamas en la Franja de Gaza desde el año pasado.

Y añadió que seguirá su ruta, pues sólo el pueblo judío decidirá sus movimientos, pese a la advertencia del G-7 que exhibió el deterioro y “peligroso ciclo de ataques” que alimentan la violencia en Medio Oriente, pero justificó sus éxitos al abatir a 15 presuntos mandos islámicos, según una actualización reciente.

Además, las FDI reactivaron ataques contra Hamas. En las primeras horas de ayer se reportó que eliminaron a Rawhi Mushtaha, mano derecha del principal mando Yahya Sinwar, en un complejo subterráneo en Gaza. Tal acción se concretó en julio pasado, pero se notificó apenas al confirmar el deceso del artífice del esquema de seguridad rival.

Ese mismo día Israel atacó otras estructuras de Hamas en Palestina cuando la Fuerza Aérea bombardeó un campamento en Tulkarem, Cisjordania. Según la Autoridad Palestina la agresión alcanzó a refugiados y a personas en una cafetería al denunciar la ampliación del “genocidio”, pues hasta el cierre de esta edición sumaban 20 civiles muertos, lo que corroboró la Media Luna Roja.

En contraste, fuentes del ejército israelí y la agencia Shin Bet afirman que en dicha acción murió un comandante islámico y cómplices, quienes planeaban más agresiones contra su pueblo previo al primer aniversario de la guerra en Gaza.