En una última advertencia, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) instó al mundo a dar el “salto cuántico” para revertir el cambio climático y concretar las metas trazadas en el corto y mediano plazo para reducir drásticamente las emisiones contaminantes.
Tras la difusión del informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), el secretario de la ONU, António Guterres, recriminó la falta de voluntad, pues explicó que ya no se trata de planes extremos, sino de tomar conciencia y actuar según la “guía de supervivencia para la humanidad”, pues ya “tenemos el conocimiento y los recursos”, antes de que sea demasiado tarde.
Y elevó la presión a los gobiernos para acelerar los esfuerzos al insistir que este escenario es una “bomba de tiempo” para evitar que la temperatura suba más de 1.5 grados centígrados en comparación con la era preindustrial y lograr así los objetivos para esta década y a mitad de siglo, de lo contrario se agotarán las ventanas para tener un mundo habitable.
Incluso, Guterres hizo referencia a la película más ganadora de la última edición del Oscar al sostener que esta lucha requiere una respuesta “en todos los frentes: todo en todas partes a la vez”, ante la estrategia para garantizar las cero emisiones en países desarrollados, así como dejar de depender de industrias que operan con dióxido de carbono y que generan cantidades sustanciales de gases de efecto invernadero, pues ello también beneficia la economía, pero éstos siguen invirtiendo en yacimientos de petróleo y gas, negando el cambio climático.
Y es que para el organismo la prioridad es que todos actúen bajo la misma ruta y en conjunto, tanto como gobiernos como individuos, especialmente los primeros y los más ricos, para evitar que las devastaciones vayan en aumento. Pues en cada nuevo reporte insisten en que siguen las vidas perdidas y daños ocasionados por inundaciones y sequías que cada vez son más intensas y mortales.
Dicha situación aumenta el riesgo para los más vulnerables, tanto ecosistemas como ciudadanos, que sufren los embates de los fenómenos climáticos, lo que genera alertas en torno a la inseguridad alimentaria y escasez de agua.
Al respecto, especialistas climáticos insistieron que ésta es prácticamente la “advertencia final” en la que ya no basta con promesas o medidas a medias, al demandar estrategias profundas que se apliquen y un mayor financiamiento, de acuerdo con una investigación que lleva casi una década, pero contra la que se ha hecho poco, mientras las expectativas siguen en una respuesta que se ha dilatado y cuando recuerda que el siguiente informe llegará hasta el 2030.