a

Hiere a 40 en la región de Pervomaiski

“Rusia está unida”, dice Putin, y apunta a Járkov

Acusa régimen invasor a Ucrania de perpetrar ataque terrorista con drones, en el que no hubo víctimas; fuerzas de Zelenski afirman que contraofensiva tiene éxito en tareas

Residentes heridos desalojan un edificio alcanzado por un misil en Pervomaiski, ayer.Foto: AP
Por:

El presidente ruso, Vladimir Putin, busca contener las críticas de Occidente al asegurar que, pese a la rebelión, “Rusia está más unida que nunca”, hecho que sus fuerzas buscan demostrar al bombardear Járkov y presumir que frustraron un atentado en el Kremlin.

En un mensaje que pareció responder a las declaraciones de su homólogo, Volodimir Zelenski, quien aseguró que Moscú se desmoronó tras el golpe del Grupo Wagner, el líder del régimen invasor aseveró que ni las sanciones ni la fallida rebelión de los mercenarios son suficientes para frenar a su ejército.

Putin aprovechó un encuentro con regímenes aliados, como China e Irán, el fabricante de sus drones, para alardear que a más de una semana del amotinamiento de Yevgeni Prigozhin, sus fuerzas se recuperan y dan la batalla contra el gobierno “neonazi” de Ucrania. Y mientras los enemigos se esfuerzan por exhibir su debilidad dijo que su gobierno cumple en asuntos internacionales, hace importantes aportaciones por la estabilidad regional y fortalece lazos con aliados.

Con ello, dejó en claro que más que un fortalecimiento entre aliados esta videollamada es parte de su estrategia para evidenciar que los suyos siguen controlando el frente de batalla, hecho que cuestionó Zelenski.

Gráfico

Y consiguió un tibio respaldo; aunque los gobiernos participantes no aludieron a la guerra, recordaron que las restricciones económicas detonan consecuencias globales, pues el primer ministro indio, Narendra Modi, alertó por riesgos en el suministro de alimentos, combustibles y fertilizantes, de acuerdo con información difundida por agencias rusas.

En tanto, su gobierno acusó a las fuerzas ucranianas de actos terroristas con armas de Occidente tras un presunto intento de vulnerar la infraestructura civil, según una denuncia de la vocera de Exteriores, Maria Zajarova.

Según el ejército de esa nación, los defensores lanzaron ayer cinco aviones no tripulados contra la capital rusa, hecho que no prosperó, pues el Kremlin derribó cuatro artefactos al recalcar que reforzó su seguridad después del amotinamiento de Wagner, pues éste les dejó ver las fallas en seguridad, que no se repetirán. Sin embargo, uno de los artefactos explosivos se estrelló antes de ser nulificado, pero no provocó daños ni víctimas.

Y Zajarova enfatizó que estas acciones confirman que potencias del mundo, como Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, financian esta guerra al suministrar armas y municiones a las tropas de Zelenski.

Dicho sector no desiste en sus ofensivas, para argumentar que aún cuenta con arsenal y efectivos para vencer a la nación vecina. Así, sus tropas lanzaron misiles Iskander contra una zona fronteriza en Pervomaiski, Járkov, donde hirieron a casi medio centenar de civiles, entre ellos una docena de niños, de acuerdo con el gobernador Oleg Siniehubov y el Servicio Estatal de Emergencias.

Ese lanzamiento causó múltiples incendios y una fuerte explosión, lo que obligó a evacuar edificios residenciales.

Incluso, agencias internacionales compartieron imágenes del momento en que ciudadanos heridos desalojan edificios cubiertos de humo mientras vidrios caen por los aires y varios vehículos arden tras ser alcanzados por fragmentos del proyectil. Más tarde se reveló que al menos dos de las víctimas se encuentran en condición crítica.

Pero este fuerte golpe sólo fortalece a Ucrania, que aseveró que su contraofensiva avanza con éxito al cumplir con sus principales objetivos para frenar las hostilidades. Incluso, el Consejo de Seguridad del defensor enfatizó que el mayor logró fue “la destrucción máxima de mano de obra, equipo, depósitos de combustible, vehículos militares, puestos de mando y artillería”, según información obtenida por Reuters.