Todo estaba listo para que María José y Sonia tuvieran unas vacaciones de ensueño, después de un largo periodo en el que no habían tenido descanso de sus trabajos. Las dos, periodistas de profesión, quisieron dejar a un lado las preocupaciones de una cobertura, de la redacción de notas, de entrevistas todos los días, para viajar a Marruecos y descansar todo el fin de semana. No pudo ser así. Pero pueden contarlo.
El terremoto de 6.8 grados que azotó a Marruecos y que hasta el cierre de esta nota ya acumula mil 037 personas muertas, las sorprendió estando en Marrakech. El suelo comenzó a temblar y no quedó de otra más que rezar y esperar.
'Sólo quedó un mesero y rezando y nosotras dos'
María José y Sonia Marnez llegaron a Marrakech y planeaban estar ahí hasta el 11 de septiembre. Se quedarían en un resort de lujo en la zona turística. Las dos periodistas salieron a cenar a un restaurante en el centro de una de las zonas más visitadas del lugar. A las 23:11 horas, la pesadilla había comenzado.
"Empezó el suelo a temblar y se nos quedaron los pies pegados, sin poder movernos", en algo que ellas mismas dijeron que era "difícil de explicar". Desde un tercer piso, ellas observaron cómo todo el personal y los clientes salían corriendo a la calle. Ellas se quedaron. "Nosotras y un mesero que se pasó los dos minutos del terremoto rezando" fueron los que permanecieron en el lugar.
"Nos quedamos y por instinto agarramos las copas de cristal y el bolso", dice María a La Vanguardia, en España, su país natal. "Nos quedamos y ya veremos lo que hacemos. La dueña del resort narró también cómo lo vivió. "Estaba en casa cuando se empezaron a notar los temblores y a escuchar unos crujidos terribles. Salí corriendo al patio de atrás que tengo a 20 metros de mi casa. Todo el mundo estaba en shock".
'Había animales por todas partes'
Un joven de 19 años, de nacionalidad francesa, relató también cómo es que vivió el terremoto junto con otras tres amigas con las que viajaba. "Después de cenar escuchamos un ruido muy fuerte y empezó a moverse todo. Entonces salí corriendo del edificio. Las paredes de las escaleras tenían grietas gigantescas. Por un momento miré hacia arriba para ver a mi novia, que estaba en el tercer piso, yo estaba en la planta baja y seguí corriendo", dice Serrano al medio citado.
"Fue realmente impresionante ver partes de la muralla de Marrakech en el suelo. Toneladas de piedras. Todo el mundo huía y había animales por todas partes. Ahora sólo quiero regresar a casa", narra asustado el joven quien a diferencia de las periodistas que decidieron quedarse a ayudar no sólo en la cobertura, sino a la gente que las necesitaba, él decidió regresar a Francia.
'Nos pusimos colchones encima'
Otra joven española narró también cómo es que hicieron de todo para sobrevivir. "Nuestro patio trasero estaba recién rediseñado y no se vino abajo, aunque quedó muy afectado. Nos pusimos colchones encima. No paraba de entrar polvo y salían grietas", contó visiblemente afectada.
Al momento, la Secretaría de Relaciones Exteriores informó que no hay víctimas de nacionalidad mexicana, pero que seguirán monitoreando por si en algún momento se registra alguna. Aún no se informa si habrá apoyo que se envíe a Marruecos para ayudar con los escombros y a sacar gente que aún se encuentra debajo de ellos.