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Adultos mayores se sienten excluidos

Ven a la banca digital como un “viacrucis”

Especialistas consideran que los banqueros se “lavan las manos” en casos de fraude, además de que no invierten lo necesario en tecnología; piden mayor empatía en el tema

Quejas por presuntos fraudes a personas de la tercera edad suben 26% a junio.Foto: Pexels
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La banca digital es un “viacrucis” para muchas personas de la tercera edad, debido a la poca habilidad que tienen en el manejo de las herramientas tecnológicas.

Para especialistas, la inoperancia de los sistemas en línea para una buena parte de los adultos mayores evidencia la falta de políticas públicas en este sector, así como el limitado esfuerzo de los bancos para protegerlos de la delincuencia.

En su opinión, las instituciones bancarias “se lavan las manos” en los casos de fraude, además de que no invierten lo necesario en tecnología de punta para disminuir los ilícitos.

Ayer, La Razón dio a conocer que las quejas por presuntos fraudes entre las personas de la tercera edad aumentaron 26.5 por ciento en el primer semestre del año; entre las causas destaca la actividad relacionada con las operaciones electrónicas no reconocidas.

“Nunca fuimos considerados por lo bancos y el Gobierno tampoco nos ayuda, por el contrario, nos sentimos rezagados y excluidos”, considera Vicente Estrella, de 86 años. Señala que depende, totalmente, de su hija para hacer cualquier trámite bancario a través de su celular, porque “somos analfabetas digitales”.

“Lo mínimo que pueden hacer los bancos es hacerse cargo de nuestra capacitación, porque tienen nuestro dinero y, en muchos casos, ganan intereses con nuestro patrimonio”, expone.

Elena Montero, de 65 años, asegura que hacer uso de la banca en línea es un “viacrucis”. Tuvo la mala fortuna de que el cajero se “tragara” su tarjeta y los empleados la responsabilizaron por “haberle picado muchas veces a la pantalla”.

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) y la Asociación de Bancos de México (ABM) suscribieron un decálogo para mejorar la atención y el servicio a las personas adultas mayores.

¿Qué es eso?, pregunta Evangelina Maturano, de 74 años, al informarle de la existencia del decálogo. La verdad, no sé de qué me habla. “Odio estar en el teléfono tratando de hacer un trámite del banco, porque no le entiendo nada. Me tienen que ayudar mis nietos o mi hija, porque yo sola no puedo”.

Delincuencia. El CEO y cofundador de Avocado Blockchain Services, Ingmar Frey, señala que los scammer o defraudadores “son excelentes mercadólogos que conocen a la perfección el sistema financiero y tienen identificados sus puntos débiles”.

A diferencia de los bancos, agregó en entrevista, ellos sí saben cómo abordar y convencer a una persona de la tercera edad a través de llamadas telefónicas y correos electrónicos o “cazarlos” en los cajeros automáticos.

“Es algo muy triste y preocupante, porque ya es tarde para darles educación financiera, como puede hacerse con un niño o adolescente”, afirma.

“Sólo queda la prevención y hacerlos paranoicos de cualquier persona ajena y que, a la par, los bancos hagan una campaña de difusión agresiva para evitar que caigan en fraudes”, sugiere.

El CFO y managing partner de la misma empresa, Raymundo Cámara, manifestó que es necesario que la banca invierta en mejor tecnología para identificar patrones de conducta inusuales.

“Los bancos se lavan las manos, porque en los contratos estipulan que los movimientos que se hagan en línea, ya no son recuperables”, subrayó.

Este diario buscó a la Asociación de Bancos de México para obtener una postura al respecto, pero, al cierre de esta edición, no obtuvo respuesta.