Barcelona con un pie fuera de la Champions League

El Barcelona sufrió una dolorosa derrota contra el Inter de Milán dirigido por Simone Inzaghi. El plan de Xavi no tuvo el éxito que el Bayern logró tener hace un par de semanas contra el conjunto italiano. El estratega catalán optó por que la creación de oportunidades se diera a través de Ousmane Dembélé, quien tuvo un partido errático.

El dilema para los blaugranas fue la falta de una alternativa en el último tercio, con un Raphinha que por izquierda no logra contribuir como lo había hecho por derecha, por lo tanto Xavi terminó sacrificando lo que venía funcionando con el brasileño, por una lamentable actuación de Dembélé por ese lado.

El Inter hizo daño en transiciones, dejando muy mal parado a Busquets, quien sigue desempeñándose como un mediocentro de élite en contextos favorables (como ha sucedido en liga), pero ha sufrido en lo que va de la campaña europea. Hakan Çalhanoğlu fue quien brilló en los contraataques del equipo italiano, apareciendo en la base de la jugada a falta de Brozovic en esa posición, además anotando el gol.

El mediocampo culé funcionaba exclusivamente a partir de la voluntad de Pedri, no obstante la escasez de disparos de larga distancia fue preocupante, sobre todo considerando la falta de producción de los extremos, quienes se dedicaron a tirar centros sin mucho futuro, buscando a un Lewandowski que estuvo en desventaja contra Skriniar durante todo el encuentro.

Por otra parte, el Barcelona tiene una crisis de centrales, Eric García y Christensen dieron un partido sólido, pero el último se lesionó en la segunda mitad, sumándose a Jules Koundé y a Ronald Araújo, quienes igualmente estarán fuera del terreno de juego por un tiempo. Así que veremos el regreso de Gerard Piqué.

Es difícil ignorar el rol del arbitraje en este partido, pues se anularon goles en ambos lados. La entrada de Çalhanoğlu sobre Busquets pudo haber ameritado tarjeta roja y no se revisó una mano clara en al área del Inter en los últimos minutos, pero de todos modos fue un partido mediocre para los Blaugranas contra un rival que solo buscaba aguantar y sobrevivir.

Para muchos aficionados culés que estimaban que su equipo podía ver a los ojos a los grandes europeos otra vez, la primera mitad de la campaña de Champions ha sido un golpe de realidad. Se viene un calendario complicado y estará por verse si los de Xavi pueden seguir el buen paso en liga y conseguir su paso a la siguiente ronda en Europa.