“Chucky” Lozano, de villano a héroe

Hirving “Chucky” Lozano llegó en 2019 al sur de Italia para militar con el Napoli; comenzó a dar algunos destellos, pero tras la salida de Carlo Ancelotti y la llegada de Gennaro Gattuso al banquillo, su vida en el conjunto celeste dio un giro de 180 grados.

Lozano vivió un año lleno de críticas por parte de su entrenador y de la prensa que cuestionaba su llegada como el jugador más caro en la historia del Napoli, pues según ellos no demostraba en la cancha lo que se pagó por él (51 mdd dicen algunos reportes).

Su trabajo en el terreno de juego ha hecho que la percepción de su DT y sus críticos cambie y ahora es uno de los jugadores más queridos; lamentablemente, a causa del COVID-19, la afición no ha podido gozar de las anotaciones que “Chucky” suma en el actual campeonato con el Napoli.

El mexicano se ha convertido en un héroe para el club, suma 11 dianas y cuatro asistencias en lo que va de esta campaña y tranquilamente duplica sus números en comparación al certamen pasado; dichas cifras lo colocan como el líder goleador del Napoli y eso que no ha cobrado disparos desde los 11 pasos.

Sin embargo, marcar goles no es lo único que ha logrado este cambio radical, el mexicano se ha convertido en un jugador mucho más completo este año, trabajando aspectos de su juego que su entrenador había criticado públicamente, cómo su falta de sacrificio para presionar o la infame crítica de que “siempre acababa en el piso”.

El “Chucky” ha demostrado dedicación para afinar características necesarias y sobresalir en una liga élite europea como la Serie A. Ha mejorado su entendimiento táctico y paciencia, lo que le ha permitido usar las cualidades que ya poseía de agilidad y velocidad.

Evidentemente, este nuevo entendimiento que Lozano ha encontrado con sus compañeros y con su entrenador resulta en un incremento radical no sólo de minutos, sino de involucración y confianza.

En la campaña anterior, el “Chucky” frecuentemente se encontraba aislado y sin mucho propósito en el esquema, pero su explosividad siempre fue factor en un posible contraataque; sin embargo, este año, el mexicano se convirtió en un orquestador, sin ser un arquitecto como De Bruyne o Messi. Lozano ya supera sus números creativos del año anterior y eso que solamente se ha disputado la mitad de temporada, notablemente resaltan sus dribles completados, pases claves (para que directamente esté involucrado en un disparo) y sus centros.

Aquí les dejo mis cuatro razones principales por las que creo que el mexicano se ha convertido un referente en el Napoli.

Recuperación de confianza

En momentos de la campaña anterior era evidente que el “Chucky” no estaba conforme con su situación en el equipo, ni con su desempeño. Después de algunas actuaciones estelares este temporada es claro que su confianza ha regresado, ya que se encuentra entre los 13 jugadores que han intentado más tiros en lo que va de la Serie A, situándose entre los ocho mejores en realizar disparos a puerta. Algo notable considerando que se mide a monstruos de clase mundial en este departamento, como Romelu Lukaku (Inter de Milán) y Cristiano Ronaldo (Juventus).

Sacrificio defensivo

Una de las principales críticas hacia Lozano era su carencia de acciones defensivas. La presión alta se ha convertido esencial en el futbol moderno, esta es liderada por los delanteros. Gattuso quiso implementar esta moda en el Nápoli, a la cual el “Chucky” tuvo problemas de adaptación; sin embargo este año el canterano del Pachuca está robando el balón un promedio de tres veces por partido.

Generador de faltas

La cualidad principal de Lozano siempre ha sido su dinamismo, como vimos en su etapa en Holanda, esto hace que sea un jugador que recibe faltas constantemente, un arma poderosa para un Napoli que frecuentemente se encuentra estancado atacando. Tener a un jugador que se encuentra entre los cinco que más reciben faltas en la liga italiana genera oportunidades de gol para un equipo al que le cuesta crear acciones.

Dedicación y trabajo físico

A pesar de no ser la liga inglesa, la italiana también es demandante en el aspecto físico; especialmente para un jugador que es constantemente golpeado como el “Chucky”. El mexicano ha trabajado duro, logrando el mencionado sacrificio defensivo a veces defendiendo en su propia área, para luego ser el velocista principal del contraataque. Además, la cantidad de veces que un defensa podía quitarle el balón a Hirving Lozano por simple fuerza ha disminuido radicalmente. El originario de la Ciudad de México ha dado destellos hasta de un joven “Chicharito”, logrando cabecear frecuentemente a pesar de no ser alto.

El “Chucky” sólo tiene 25 años y con la mejora que ha demostrado este año se pueden esperar grandes cosas del mexicano.