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Antonio Michel Guardiola

El péndulo electoral

ARISTAS

Antonio Michel Guardiola
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Hoy se llevarán a cabo las elecciones intermedias en Estados Unidos, en medio de una coyuntura crítica que marcará el rumbo hacia la presidencial en 2024. Estos comicios fungirán como una evaluación de la gestión de Joe Biden y un precursor de la inercia que tomará el péndulo electoral, que podría dar pie a un retorno del Trumpismo, lo cual traería repercusiones para México.

El sistema bipartidista estadounidense se caracteriza por un efecto pendular. En el último siglo, sólo siete veces el partido del presidente ha ganado asientos en el Congreso en las intermedias. Ningún presidente con aprobación menor a 50% ha podido conservar las curules con las que ganó la presidencia. En el caso de Biden, que cuenta con una aprobación cercana al 40%, el pronóstico no es favorecedor.

Los 435 asientos en la Cámara de Representantes, más 35 escaños en el Senado, estarán en juego, aunados a las 36 gubernaturas que relevarán cargo. Actualmente, los demócratas controlan el Ejecutivo, la Cámara de Representantes y, técnicamente, el Senado, ya que la vicepresidenta, Kamala Harris, tiene la facultad de romper un empate. Los republicanos necesitan al menos 5 asientos para tomar el control de la cámara baja, y sólo uno para cobrar ventaja en la alta.

De acuerdo con las últimas encuestas, los republicanos tienen más de 80% de probabilidad de ganar la mayoría en la Cámara de Representantes, mientras que el Senado está más cerrado, dando a los republicanos 55% de probabilidad de obtener el control, y a los demócratas 45% de mantenerlo. Los republicanos van en la delantera en las estatales, se perfilan para ganar 18-20 gubernaturas de 36 disponibles.

Hace tres meses, las encuestas mostraban resultados favorecedores para los demócratas, contrario a lo esperado por la tendencia histórica pendular. Esto se debía principalmente a la decisión de la Suprema Corte en contra de los derechos en torno al aborto, así como la discriminación a minorías y la violencia. Sin embargo, la inflación, ingresos bajos, el desempleo y la migración, recientemente han inclinado la balanza hacia el partido republicano.

En caso de que los republicanos ganen la Cámara de Representantes, estarían en una buena posición para obstruir la agenda legislativa de Biden. Si además obtienen la mayoría en el Senado, podrían bloquear nombramientos importantes como jueces de la Suprema Corte e impedir mayor incidencia demócrata en cargos relevantes. Biden, aun con la mayoría en el Congreso, tuvo una aprobación baja y un liderazgo débil, con una ola republicana en el Legislativo, difícilmente podrá dejar un camino llano para su partido en 2024.

Desde la perspectiva de México, un escenario donde los republicanos tomen el control en ambas cámaras, es preocupante. Obstaculizarán iniciativas que tengan que ver con migración y tendrán una agenda mucho más ambiciosa en contra de los intereses de México. Capitalizarán la percepción de un Biden laxo ante López Obrador y redoblarán en el discurso que podría hacer eco a lo que ocurrió en 2016 con Trump. Hay que observar el péndulo, pues su inercia determinará la dirección hacia 2024.