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Arturo Damm Arnal

Aumento salarial

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

El efecto de la pobreza es la carencia de satisfactores. Su causa la incapacidad para, gracias al trabajo propio, generar el ingreso que permita comprar bienes y servicios en cantidad, calidad y variedad suficientes y adecuadas. La pobreza se supera, no aliviando su efecto con la redistribución gubernamental del ingreso, sino eliminando su causa con la generación personal de ingreso. De ingreso suficiente.

Esa, la insuficiente capacidad para generar ingreso, es uno de los principales problemas económicos que enfrentamos en el país. Según los Indicadores de Ocupación y Empleo, del INEGI, en junio el 69.0 por ciento de la población ocupada generó hasta dos salarios mínimos de ingreso, 624.82 pesos diarios. No por hora, diarios. Un año antes, junio de 2022, fue el 68.4.

¿Qué se requiere para que aumenten los ingresos? En primer lugar, que aumente la productividad del trabajador, su capacidad para hacer más con menos. En segundo, que la demanda de trabajo, de parte de los empleadores, sea mayor que la oferta de trabajo, de parte de los trabajadores. Ceteris paribus, a mayor demanda mayor salario.

Para que aumente la productividad de los trabajadores se requiere más y mejor capital humano, que es el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes que hacen posible un trabajo más productivo, y más y mejor capital físico, máquinas, equipos y herramientas, capital físico que es el complemento del capital humano: los conocimientos, habilidades y actitudes de los trabajadores se aplican a las máquinas, equipos y herramientas.

Pero no basta con el aumento en la productividad del trabajador para que aumenten los salarios, porque, entre el aumento en la productividad y el aumento en el salario, está la decisión del empleador de aumentarlo, lo cual dependerá, en buena medida, de la relación oferta y demanda de trabajo, en ese mercado laboral.

Supuesto el aumento en la productividad, para que aumenten los salarios se requiere que la demanda de trabajo, de parte de los empleadores, sea mayor que su oferta, de parte de los trabajadores, para lo cual se requiere que la inversión directa, que se destina a producir bienes y servicios, a crear empleos (para producir alguien debe trabajar), y a generar ingresos (a quien trabaja se le paga por hacerlo), crezca lo más posible y sea la mayor posible, hasta que se cumpla la condición: que la demanda de trabajo, de parte de los empleadores, sea mayor que su oferta, de parte de los trabajadores, para lo cual se requiere que la confianza de los empresarios para invertir directamente aumente lo más posible y sea la mayor posible, hasta que llegue a ser total (que no pueda ser mayor), y definitiva (que no pueda ser menor).

Según el Indicador de Confianza Empresarial, del INEGI, en julio la confianza de los empresarios de la manufactura, el comercio, la construcción y los servicios no financieros, para invertir directamente en México fue, de cero (total desconfianza), a cien (confianza total), de 44.6 unidades, ubicada en zona de desconfianza: entre cero y cincuenta hay desconfianza, entre cincuenta y cien confianza.

Ceteris paribus la secuencia lógica es: mayor confianza empresarial para invertir directamente = más inversiones directas = mayor demanda de empleos = mayores salarios = mayor bienestar. Todo empieza por la confianza empresarial.