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Arturo Damm Arnal

De la autonomía (2/5)

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Cuando el gobierno obliga al banco central a producir dinero y dárselo para que lo gaste, lo que sucede es que aumenta indebidamente la cantidad de dinero que se intercambia en la economía, que se usa para demandar bienes y servicios, por lo que dicha demanda aumenta indebidamente, ocasionando inflación, pérdida del poder adquisitivo del dinero y del trabajo, violándose el derecho al poder adquisitivo íntegro del trabajo y, por ello, al producto íntegro del trabajo.

Supongamos que el objetivo es preservar el poder adquisitivo del dinero, de tal manera que con la misma cantidad, al paso del tiempo, puede comprarse la misma cantidad de los mismos bienes y servicios, por lo que el índice de precios al consumidor permanece estable. Para lograrlo se necesita que la demanda agregada (de todos los bienes y servicios) tenga el mismo comportamiento que la oferta agregada (de todos los bienes y servicios), de tal manera que, para poner un ejemplo, si la oferta agregada aumenta diez por ciento, y ha de mantenerse constante el poder adquisitivo del dinero, y por lo tanto el índice de precios al consumidor, la demanda agregada debe aumentar en diez por ciento, para lo cual se necesita que la cantidad de dinero que se intercambia aumente también en diez por ciento.

Primero aumenta la oferta agregada en 10 por ciento (o porque aumenta la producción interna, o porque aumentan las importaciones, o porque aumentan la producción interna y las importaciones), y después debe aumentar en diez por ciento la cantidad de dinero que se intercambia, que se usa para demandar bienes y servicios, para que la demanda agregada aumente también en diez por ciento.

Si el dinero es el medio de intercambio de la riqueza, y la riqueza consiste en los bienes y servicios que satisfacen necesidades, primero debe aumentar la riqueza que se ofrece, y luego la cantidad de dinero que se intercambia, que se usa para demandar riqueza. Primero aumenta la oferta agregada, luego la cantidad de dinero que se intercambia, y al final la demanda agregada. Si todo aumenta en el mismo porcentaje se mantiene constante el índice de precios al consumidor, se preserva el poder adquisitivo del dinero y del trabajo, lo mínimo que debe esperarse.

¿Qué pasa si el gobierno obliga al banco central a producir dinero y dárselo para que lo gaste, lo que se conoce como crédito primario del banco central al gobierno federal? Aumenta la demanda agregada y si la oferta agregada (por producción interna, por importaciones, por producción interna e importaciones), no aumenta, relativamente rápido y en la misma proporción, entonces lo que aumenta es el índice de precios al consumidor, generándose inflación, pérdida en el poder adquisitivo del dinero y el trabajo. Si se sigue otorgando crédito primario del banco central al gobierno federal entonces se genera un proceso inflacionario, que solo se detiene si se elimina dicha práctica, para lo cual conviene prohibirla, tal y como sucedió en México (proceso inflacionario), tal y como sucede en el país (prohibición de dicha práctica).

¿De cuánto fue la inflación entre enero de 1970, cuando se empezó a recurrir al crédito primario del banco central al gobierno federal, y marzo de 1994, cuando se prohibió? ¿De cuánto ha sido de entonces a la fecha? Continuará.