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Arturo Damm Arnal

Cabotaje, ¿si o no? (2/2)

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

AMLO presentó, el 16 de diciembre, una iniciativa de reforma a las leyes de Aeropuertos y Aviación Civil para poder otorgar, a líneas de aviación foráneas, permisos, sujetos a objetivos, rutas y capacidades, para ofrecer el servicio de cabotaje, es decir, para que puedan realizar vuelos intranacionales, entre las distintas ciudades del país, con el fin de mejorar la conectividad, promover el turismo, y reducir el precio de los vuelos, todo lo cual es deseable.

De aprobarse la iniciativa de reforma de AMLO se generaría más competencia entre las líneas aéreas, lo cual daría como resultado la trilogía de la competitividad: menores precios y/o mayor calidad y/o mejor servicio, en beneficio de los consumidores, consiguiéndose el objetivo de la economía: mayor bienestar para las personas. Y eso, el que la iniciativa de reforma de AMLO generaría más competencia, es lo que ya llevó a las líneas aéreas mexicanas, que ofrecen el servicio de cabotaje, a criticar la propuesta, a través de la Cámara Nacional del Aerotransporte, Canaero, por medio de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores, ASPA.

Dos de las principales críticas que se le hacen a la propuesta son: (i) que no se busca la reciprocidad, es decir, que los gobiernos de los países cuyas líneas áreas se beneficiarían de la apertura mexicana no tendrían que conceder la misma apertura, en sus países, a las líneas áreas mexicanas; (ii) que algunas de las líneas áreas extranjeras que podrían beneficiarse de la apertura mexicana se benefician de apoyos otorgados por sus gobiernos, lo cual las hace tramposamente más competitivas, apoyos de los que no gozan las líneas áreas mexicanas, por lo que habría competencia desleal. En pocas palabras: apertura unilateral y competencia desleal. ¿Razones suficientes para de-sechar la iniciativa de AMLO?

Lo ideal sería que la apertura fuera multilateral y la competencia leal, pero si la apertura unilateral y la competencia desleal benefician al consumidor mexicano, ¿no es razón suficiente para aceptarlas, aunque “perjudiquen” a las compañías mexicanas, que no podrían ofrecer el servicio de cabotaje en otros países, y que tendrían que enfrentar en México competencia desleal?

La opción sería negociar, con los gobiernos de los países cuyas líneas aéreas ofrecerían el servicio de cabotaje en México, tratados de cabotaje, que son una de las dimensiones de los tratados de libre comercio, por lo general ignorada, con el fin de conseguir que la apertura fuera multilateral y la competencia leal. Esta opción, negociar tratados de cabotaje, ¿es viable?

Estoy a favor de la apertura, aunque sea unilateral, y aunque suponga competencia desleal. La razón es que la apertura, unilateral o bilateral, con competencia desleal o leal, beneficia a los consumidores, y el fin de la economía es lograr el mayor bienestar posible para las personas.

Por último, hay que tener en cuenta que la iniciativa de AMLO no supone, ni remotamente, verdadero libre comercio en materia de cabotaje, sino cabotaje gubernamentalmente planificado, porque será el gobierno el que decida quién, dónde y cómo, podrá ofrecer el servicio de cabotaje, no las empresas de aviación decidiendo dónde y cómo ofrecerlo, en función de las condiciones del mercado, tal y como debería ser.