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Confianza e inversión

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Si de todas las variables económicas que hay tuviera que elegir una para responder la pregunta ¿cómo va la economía?, esa sería la Inversión Fija Bruta (IFB) en instalaciones, maquinaria y equipo que, por aportar la infraestructura física para la producción de bienes y servicios, es buen indicador del comportamiento de la Inversión Directa (ID), que se destina a la producción de satisfactores, a la creación de empleos y a la generación de ingresos, condiciones del bienestar. Todo esto (producción, empleos, ingresos y bienestar), depende de la ID y, por lo tanto, de la IFB. ¿Cómo vamos en la materia?

En términos anuales, comparando cada mes con el mismo mes del año anterior, sumamos ya seis meses consecutivos, de noviembre de 2023 a abril de 2024, con crecimiento cada vez menor: octubre, 22.1%; noviembre, 17.8%; diciembre, 13.7%; enero, 13.0%; febrero, 11.1%; marzo, 10.9%; abril, 10.5%. Pasamos de crecer al 22.1% en octubre a hacerlo al 10.5% en enero, una caída en la tasa de crecimiento de 11.6 puntos porcentuales, el 52.49%.

Durante el primer cuatrimestre de 2023, en promedio mensual, la IFB creció 11.80%. A lo largo del segundo lo hizo al 23.78%. Durante el tercero el crecimiento fue 18.83%. A lo largo del primer cuatrimestre de 2024 el crecimiento promedio de la IFB fue 11.38%, 7.45 puntos porcentuales menos que el del tercer cuatrimestre del año pasado, el 39.56%, y 12.40 puntos porcentuales menos que el del segundo, el 52.14%.

Cierto, un crecimiento anual de la IFB de 10.5% sigue siendo elevado comparado con lo que, antes de que apareciera la posibilidad del nearshoring (la relocalización de ID de China hacia otros países, entre los cuales México, por la cercanía geográfica con los Estados Unidos, y por el tratado comercial con ese país, tiene ventajas necesarias pero no suficientes), era lo normal para la economía mexicana, 5% en promedio. Lo que preocupa es la tendencia, sostenida ya durante seis meses consecutivos, hacia un crecimiento menor: octubre 22.1%, abril 10.5%.

¿De qué depende cuánto se invierte directamente en un país? De la confianza que tengan los empresarios para hacerlo. Según el Indicador de Confianza Empresarial, del INEGI, con un índice que va de cero (total desconfianza), a cien (confianza total), en octubre, antes de que empezaran los seis meses consecutivos de menor crecimiento de la IFB, y por lo tanto de la ID, la confianza empresarial para invertir directamente en México fue de 44.2 puntos. En abril, último mes para el que tenemos información de la IFB, la confianza de los empresarios para invertir directamente en México fue de 40.5 puntos, 3.7 puntos porcentuales menos, el 8.3%. Menor confianza para invertir directamente igual a menor tasa de crecimiento de la IFB y de la ID.

En mayo la confianza empresarial para invertir directamente fue menor que en abril, 39.9 puntos, y en junio resultó menor que en mayo, 38.4. ¿Cuál habrá sido el resultado de esa menor confianza en el comportamiento de la IFB y de la ID? Para mayo lo sabremos el 2 de agosto, y para junio el 3 de septiembre, cuando el INEGI publique los datos respectivos.

Por lo pronto, menor confianza empresarial para invertir directamente igual a menor tasa de crecimiento de la IFB y de la ID. ¿El reto? Aumentar la confianza empresarial. Con el segundo piso de la 4T, ¿se logrará?