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Arturo Damm Arnal

Estado de derecho (1/2)

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Dediqué los tres anteriores Pesos y Contrapesos a resaltar la importancia de la libertad y la propiedad en la economía; a explicar por qué la propiedad es la condición de posibilidad del ejercicio de la libertad; a analizar, a partir del Índice Internacional de Libertad Económica 2023, del Instituto Fraser, y del Índice Internacional de Derechos de Propiedad 2023, de la Alianza por los Derechos de Propiedad, cómo andamos en materia de respeto a la libertad y a la propiedad. Libertad: calificación 7.02/10, posición 67/165. Propiedad: 4.63/10, 76/125.

Defino al Estado de Derecho como el gobierno de las leyes justas. Gobierno de las leyes, ya que lo propio del ser humano es estar gobernado por leyes, no por hombres. Gobierno de las leyes justas, las que reconocen plenamente, definen puntualmente y garantizan jurídicamente los derechos de las personas, tanto los naturales, que les corresponden por el hecho de ser personas (vida, libertad y propiedad), como los contractuales, que les corresponden por así haberlo acordado con alguien más (mercantiles).

Son de mercado, en un sentido institucional, aquellas economías en las que, ya siéndolo en el sentido literal (aquellas en las que el intercambio es la actividad central y se produce para vender y se compra para consumir), los derechos de los agentes económicos están plenamente reconocidos, puntualmente definidos y jurídicamente garantizados, derechos que son a la libertad individual para producir, ofrecer y vender, y para demandar, comprar y consumir, y a la propiedad privada de los medios de producción, necesarios para poder producir, ofrecer y vender, y de los ingresos, necesarios para poder demandar, comprar y consumir.

Economía de mercado, en el sentido institucional, es Estado de Derecho aplicado a la economía, que en México no pasa de ser Estado de chueco, como lo muestran las calificaciones y lugares ya señalados, en materia de respeto a la libertad individual: calificación 7.02/10 y lugar 67/165, y de respeto a la propiedad privada: calificación de 4.63/10 y lugar 76/125, malos resultados que limitan las posibilidades de lograr mayor crecimiento de la economía (más producción de bienes y servicios) y, en consecuencia, mayor bienestar de las personas (más disponibilidad de satisfactores).

El que en México, en el ámbito de la economía, el Estado de Derecho no pase de ser Estado de chueco, quiere decir que sí tenemos economía de mercado en el sentido literal del término (se produce para vender y se compra para consumir), pero no en el sentido institucional del mismo (los derechos de los agentes económicos no están plenamente reconocidos, puntualmente definidos y jurídicamente garantizados), siendo, desde el punto de vista institucional, una mezcolanza de comunismo (propiedad gubernamental de medios de producción), socialismo (redistribución del ingreso), mercantilismo (proteccionismo en contra de la competencia), y capitalismo de compadres (otorgamiento de privilegios a grupos empresariales consentidos).

Más allá de lo escrito en los párrafos anteriores, ¿cómo estamos en México en materia de Estado de Derecho? Parte de la respuesta la tenemos en el Índice de Estado de Derecho, del Proyecto Mundial para la Justicia.

Continuará.