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Arturo Damm Arnal

Desconfianza empresarial (2/3)

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
 
Por:

Repito lo escrito en el anterior Pesos y Contrapesos: si el bienestar depende, en buena medida, del empleo y el ingreso; si ingresos y empleos dependen, en buena medida, de las inversiones directas, que producen bienes y servicios, crean empleos y generan ingresos; y si las inversiones directas dependen, en buena medida, de la confianza de los empresarios, entonces el bienestar depende de dicha confianza, que en México es desconfianza.

El Indicador de Confianza Empresarial para Invertir Directamente (ICEID), que elaboro con los datos proporcionados por el INEGI a partir de las respuestas recibidas por los empresarios encuestados a la pregunta ¿cómo considera el momento actual para invertir directamente?, y que como todo índice va de cero, total desconfianza, a cien, confianza total, habiendo desconfianza entre cero y cincuenta, y confianza entre cincuenta y cien, en 2022 promedió mensualmente 32.8 puntos, desconfianza. ¿Cómo se compara con años anteriores?

En 2018 el promedio mensual del ICEID fue 37.0 puntos, desconfianza. En 2019 fue 34.8, mayor desconfianza que en 20181. En 2020 fue 20.30, mayor desconfianza que en 2019. En 2021 fue 29.32, menor desconfianza que en 2020. En 2022 fue 32.8, menor desconfianza que en 2021. El promedio anual, para los cuatro primeros años de la 4T, fue 29.31 puntos, desconfianza. El mejor resultado fue el de febrero de 2019, 37.6, desconfianza. El peor el de mayo de 2020, 10.8, desconfianza.

En 2022 fue en mayo cuando, con 36.5 puntos, se obtuvo el resultado menos malo. Fue en diciembre cuando se obtuvo el peor, 28.8. Entre mayo y diciembre aumentó considerablemente la desconfianza empresarial para invertir directamente, desconfianza que es, ¡por lo cual así debería de tratarse!, la principal preocupación en la economía mexicana, por todo lo que depende de las inversiones directas (empleos, ingresos, bienestar), desconfianza que, entre enero de 2017 (cuando se empezó a calcular el ICEID), y diciembre 2022, nunca dejó de serlo: no hemos tenido un solo mes con el ICEID por arriba de cincuenta puntos, desconfianza para invertir directamente que viene de lejos y que las malas decisiones económicas de la 4T agravó.

Si del ICEID pasamos a la opinión de los economistas del sector privado, encuestados por el Banco de México, relacionada con el clima de negocios en los próximos seis meses, en la encuesta de enero de 2022 el 19 por ciento consideró que mejoraría, el 44 por ciento que permanecería igual, el 36 por ciento que empeoraría. En la encuesta de diciembre los porcentajes fueron, respectivamente, 8, 33 y 58. Menos economistas (del 19 al 8 por ciento), consideraron que el clima de negocios en los próximos seis meses mejoraría y más (del 36 por ciento al 58), consideraron que empeoraría.

Contradictoriamente con lo anterior, a la pregunta de si el actual es un buen momento para invertir directamente, en enero 8 por ciento respondió que es buen momento, 14 en diciembre. En enero 53 por ciento respondió que es mal momento, mismo porcentaje en diciembre. En enero 39 por ciento respondió no estar seguro, 33 en diciembre. Quienes consideraron que entre enero y junio de 2022 sería buen momento para invertir directamente, ¿acertaron?

Continuará.