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Arturo Damm Arnal

De las drogas (3/5)

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

En el anterior Pesos y Contrapesos afirmé que la pregunta qué debe, no qué puede, hacer el gobierno es la que hay que responder para saber si debe prohibir las drogas.

Combinando los tres poderes del gobierno —prohibir, obligar y castigar— se responde la pregunta qué puede hacer: (i) prohibir violar derechos y castigar a quien lo haga; (ii) prohibir dañarse a uno mismo y castigar a quien lo haga; (iii) obligar a hacerle el bien a los demás y castigar a quien no lo haga; (iv) obligar a hacerse el bien a uno mismo y castigar a quien no se lo haga, debiendo hacer solamente lo primero: prohibir violar derechos y castigar a quien lo haga, lo cual quiere decir que el gobierno debe ser nada más eso, gobierno, no ángel de la guarda, tampoco hada madrina.

El gobierno gobierno es el que se limita a prohibir la violación de derechos (tarea de los legisladores), a prevenirla (tarea de las policías), y a castigar a quien los viole y obligarlo a resarcir a la víctima (tarea de los jueces), todo lo cual se sintetiza en el concepto impartición de justicia, que tiene lugar cuando la práctica de la justicia, de parte de los ciudadanos, no tuvo lugar, cuando se cometieron injusticias, cuando se violaron derechos.

(La justicia consiste, recurro a Ulpiano, en la constante y perenne voluntad de darle a cada quien lo suyo, a lo que agrego que lo suyo de cada quien es el derecho de cada cual, por lo que la justicia es la virtud por la cual respetamos los derechos de los demás, siendo la injusticia lo contrario: el vicio por el que violamos los derechos de los otros).

El gobierno ángel de la guarda es el que pretende preservarnos de todos los males, incluidos los que podemos hacernos a nosotros mismos, por ejemplo, consumiendo drogas, gobierno convertido en ángel de la guarda que viola el derecho a la libertad, que incluye la libertad para hacerse daño, asumiendo el riesgo y la responsabilidad, gobierno ángel de la guarda que prohíbe dañarse a uno mismo, castigando a quien lo haga, pudiendo llegar a obligar a hacerse el bien a uno mismo, castigando a quien no se lo haga.

El gobierno hada madrina es el que pretende concedernos todos los bienes, incluidos los que cada quien debe procurarse a sí mismo, que son la gran mayoría, desde la cuna hasta la tumba, pasando por alimentos, atención médica, educación, etc., gobierno convertido en hada madrina que viola el derecho a la propiedad, porque como no puede darle todo a todos, sólo le da algo a algunos, y ese algo que a algunos les da previamente tuvo que quitárselo a otros (redistribución del ingreso), gobierno hada madrina que obliga, por su intermediación, por medio de la redistribución del ingreso, a hacerle el bien a los demás, castigando a quienes no lo hagan.

Prohibir desde la producción hasta el consumo de drogas, con la intención de que no nos dañemos a nosotros mismos, es propio del gobierno ángel de la guarda, que viola el derecho a la libertad individual para decidir qué consumimos, libertad que debe respetarse en todos los casos, también en los que se usa de mala manera, como es el caso de la decisión de consumir drogas, conducta éticamente cuestionable, pero no delictiva por su propia naturaleza, razón por la cual no debe prohibirse y castigarse.

Sin embargo, se prohíbe y castiga, con pésimos resultados, perfectamente previsibles.

Continuará.