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Arturo Damm Arnal

Expectativas de crecimiento

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Escribió J. K. Galbraith, en su libro Historia de la Economía que “la economía, tal y como hoy se la teoriza, alienta una obsesiva preocupación por el futuro, (que) la característica más común del futurólogo económico no es la de no saber, sino la de no saber que no sabe, (y que) su máxima ventaja es que todas sus predicciones, acertadas o inexactas, se olvidan con rapidez”.

Muestra de ello es la Encuesta sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado, que mes tras mes levanta el Banco de México y que sirve, no para saber que pasará, sino para saber que esperan los economistas encuestados que pasará, algo distinto. Dos ejemplos. En la encuesta de diciembre de 2021, según el promedio de las 37 respuestas recibidas, la expectativa de crecimiento e inflación para 2022 fue 2.79 y 4.22 por ciento. Los datos observados fueron, crecimiento 3.00 por ciento, inflación 7.82 por ciento. Pequeño error en materia de crecimiento, grande en materia de inflación.

Además hay que considerar que, de las 37 respuestas recibidas para el crecimiento, la más optimista fue 4.00 por ciento y la más pesimista 1.90. Para la inflación la más optimista fue 3.50 y la más pesimista 7.01 por ciento. Estas discrepancias, entre las expectativas más optimistas y las más pesimistas, muestran que somos economistas no adivinos, y que la única respuesta honesta a la pregunta qué pasará con el crecimiento, la inflación, el tipo de cambio, la tasa de interés, el precio del petróleo, la tasa de desempleo, y cualquier otra variable de la economía, es “no sé”. Y, sin embargo, como es el caso del Banco de México, se sigue preguntando en torno al futuro, lo cual sirve, no para saber lo que pasará, sino para saber que esperan los economistas encuestados que pasará, algo distinto.

En la encuesta del Banco de México hay una pregunta especialmente singular: la del crecimiento promedio anual de la economía para los próximos diez años, de 2024 a 2034. ¿En serio cree el Banco de México que los economistas saben cuál será el crecimiento promedio anual de la economía en el próximo decenio? Y los economistas encuestados, ¿realmente creen saberlo, o les pasa lo que señala Galbraith: que su característica más común no es la de no saber, sino la de no saber que no saben?

Las expectativas de los economistas encuestados no sirven saber lo que pasará, sino para saber lo que ellos esperan que pasará, y en este sentido, la respuesta de la última encuesta del Banxico, la de junio, a la pregunta por el crecimiento promedio anual de la economía mexicana en los próximos 10 años, que es del 2.20 por ciento, muestra que dichos economistas no esperan que, entre 2024 y 2034, la economía mexicana crezca, en promedio anual, más de lo que lo hizo entre 1982, año en el que se perdió el crecimiento elevado, y 2022, año en el que no se había recuperado, cuarenta y un años de crecimiento promedio anual del 2.10 por ciento, insuficiente para, por medio de la creación de empleos y la generación de ingresos relacionados con el crecimiento, lograr mayor bienestar.

Todo un tema para los precandidatos presidenciales, uno de los cuales estará al frente de 2024 a 2030. ¿Lo tratarán con seriedad?