De la IED

La IED es la inversión extranjera directa, capitales financieros (dinero que se convertirá en instalaciones, maquinaria y equipo) que vienen de otros países a México para producir bienes y servicios, crear empleos y generar ingresos, contribuyendo al crecimiento de la economía (que se mide por la producción de satisfactores), y al bienestar de las personas (que depende, en buena medida, de los empleos y los ingresos).

Según estimaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), en 2023 la IED en México sumó 43,900 millones de dólares, 7,500 millones más que en 2022 (36,310 millones), aumento del 21%. Esta estimación tendrá que confirmarse por el Registro Nacional e Inversiones Extranjeras y por el Banco de México (cuando se publiquen, el 23 de febrero, los resultados de la balanza de pagos para el cuarto trimestre de 2023).

Al tercer trimestre de 2023 habían entrado al país 32,926 millones de dólares de IED por lo que, si la estimación de la UNCTAD es correcta, en el cuarto trimestre entraron 10,974.

La IED se divide en tres grupos: nuevas inversiones, reinversión de utilidades y cuentas entre compañías (préstamos y pagos entre empresas del mismo grupo). El más importante, para medir el comportamiento de la IED, es nuevas inversiones, cuyos resultados han sido malos.

Durante los tres primeros trimestres de 2022 entraron a México 15,277 millones de dólares de IED. A lo largo de los tres primeros de 2023 ingresaron 2,806, 12,471 menos, el 82%: 1,145 millones el primer trimestre, 1,033 el segundo, 628 el tercero. Cada vez menos.

Éste fue, durante los tres primeros trimestres de cada año, el comportamiento de la reinversión de utilidades. 2022: 15,644 millones de dólares; 2023, 24,905 millones, 9,261 millones más, el 82%. Éste el de las cuentas entre compañías. 2022: 3,577 millones de dólares; 2023, 6,390 millones, 2,813 millones más, el 78 por ciento.

De los tres grupos en los que se divide la IED, el de nuevas inversiones es el que mejor refleja la confianza de los empresarios extranjeros para invertir directamente en México, confianza que depende de la competitividad del país, definida como su capacidad para atraer, retener y multiplicar inversiones directas. Atraer: que los empresarios decidan invertir en México. Retener: que los capitales invertidos en México se queden invertidos en México. Multiplicar: que las utilidades generadas por las inversiones directas se reinviertan de manera directa en México.

En 2023, comparando con 2022, se logró retener y multiplicar inversiones directas, pero no se consiguió lo más importante, lo que mejor refleja la confianza de los empresarios para invertir directamente: crecimiento de nuevas inversiones, que fue menor que en 2022, y que en 2024 podría mantener ese comportamiento, sobre todo por el efecto adverso que el ciclo político, dominado por las elecciones del 2 de junio, puede ocasionar en el ciclo económico, que ya muestra tendencia a la baja. En términos anuales (comparando cada mes con el mismo mes del año anterior), en septiembre la economía creció 3.7%, en octubre 3.5% (ambos datos según el Indicador Global de la Actividad Económica), en noviembre 3.1% y en diciembre 2.6% (ambos datos según el Indicador Oportuno de la Actividad Económica).