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Arturo Damm Arnal

De la libre flotación (1/2)

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal
 *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Con los precios hay tres posibilidades: que se fijen por la relación oferta y demanda; que el gobierno imponga una banda de fluctuación, pudiendo moverse dentro de sus límites; que el gobierno los fije, no debiendo moverse.

En los dos últimos casos se trata de manipulación de precios, como la fue, del 11 de noviembre de 1991 al 21 de diciembre de 1994 (fecha del error de diciembre del 94), la “banda cambiaria con desliz controlado” del tipo de cambio peso – dólar, por la que el precio del dólar no debía aumentar más de 20 centavos diarios, del 11 de noviembre de 1991 al 20 de octubre de 1992, y no más de 40, del 21 de octubre de 1992 al 21 de diciembre de 1994. El día que aumentaba más el Banco de México intervenía en el mercado cambiario para frenar la devaluación, aumentando la oferta de dólares, echando mano de sus reservas de dólares, partiendo del siguiente principio: a mayor oferta de dólares, menor precio del dólar, “banda cambiaria con desliz controlado” que funciona si el banco central tiene dólares suficientes para que, cada vez que sea necesario, aumentar su oferta y frenar la devaluación.

El problema surgió a partir del asesinato de Colosio, 23 de marzo de 1994, que generó inseguridad y desconfianza, que se tradujeron en mayor demanda de dólares (desconfianza en el peso y confianza en el dólar, y cambio de pesos por dólares), que se tradujo en una mayor presión devaluatoria, que hizo que una y otra vez el tipo de cambio superara el límite superior de la banda de fluctuación, que obligó al Banco de México a echar mano, cada vez más, de sus reservas, para aumentar la oferta de dólares y frenar la devaluación, lo que funcionó hasta el momento en el cual al banco central ya no le quedaron dólares para mantener la “banda cambiaria con desliz controlado”, lo que sucedió el 21 de diciembre de 1994.

Al 23 de marzo de 1994, asesinato de Colosio, las reservas de dólares del Banco de México sumaron 28,321 millones de dólares. Al 21 de diciembre de 1994, nueve meses después, día en el que se abandonó la banda de fluctuación, quedaban solamente 3,000 millones, momento en el cual se tomó la decisión de terminar el régimen de “banda cambiaria con desliz controlado”, y sustituirlo por el de libre flotación, vigente hasta hoy.

Para darnos una idea de lo que fue aquello: en los treinta días siguientes al asesinato de Colosio, las reservas del Banco de México se redujeron en 11,000 millones de dólares, cantidad de la que tuvo que echar mano el banco central para, ante las fuertes presiones devaluatorias, mantener al tipo de cambio dentro de la banda de fluctuación.

Para darnos otra idea de lo que fue aquello: el 21 de diciembre de 1994, último día del régimen de “banda cambiaria con desliz controlado”, el tipo de cambio fue 3.9970 pesos; el 22 de diciembre, primer día del régimen de libre flotación, fue 4.8875, depreciación de 0.8905 pesos, 22.28 por ciento, ¡de un día para otro!

Para darnos una idea más de lo que fue aquello: del 21 de diciembre de 1994, al 3 de abril de 1995, el tipo de cambio pasó de 3.9970 a 6.8025 pesos, depreciación de 2.8055 pesos, 70.19 por ciento, ¡en poco más de tres meses!

Eso es una crisis cambiaria, misma que no hemos vuelto a padecer desde entonces, gracias al régimen de libre flotación del tipo de cambio.

Continuará.