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Arturo Damm Arnal

¿Nuevo milagro económico? (2/2)

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Hay quienes consideran que “ese grupo de la 4T sí ha transformado al país positivamente en muchos aspectos clave (y) que han logrado un nuevo milagro económico mexicano: Todos los principales indicadores macroeconómicos son fenomenales, cosa que ningún Gobierno de los últimos 40 años había logrado…”.

Los dos indicadores macroeconómicos por excelencia, por todo lo relacionado con ellos, son crecimiento e inflación. El crecimiento está relacionado con la producción de bienes y servicios, con la creación de empleos, con la generación de ingresos, con el bienestar; la inflación, con el poder adquisitivo de nuestro dinero, por lo tanto de nuestro trabajo y, por consecuencia, también con el bienestar, siendo éste el fin de la economía. Para que el bienestar sea el mayor posible se requiere, por lo menos, que el crecimiento sea el mayor posible y la inflación la menor, y, por lo más, que el crecimiento sea mayor que la inflación.

Según las expectativas, para 2023 y 2024, de los economistas del sector privado encuestados en julio por el Banco de México, en promedio anual, en este sexenio, el crecimiento será 0.72% y la inflación, 3.66% ¿Cómo se compara con el de los tres sexenios anteriores: Vicente Fox, 2000–2006; Felipe Calderón, 2006–2012; Enrique Peña, 2012 – 2018? Veamos.

En el sexenio de Fox, en promedio anual, el crecimiento fue 1.95% y la inflación, 4.44%. Para este sexenio, respectivamente, se espera 0.76% y 3.66%. Menor crecimiento, mal. Menor inflación, bien.

En el sexenio de Calderón, en promedio anual, el crecimiento fue 1.86% y la inflación, 4.28%. Para este sexenio se prevé, respectivamente, 0.76% y 3.66%. Menor crecimiento, mal. Menor inflación, bien.

En el sexenio de Peña, en promedio anual, el crecimiento fue 2.42% y la inflación, 4.19% Para este sexenio, respectivamente, se pronostica 0.76% y 3.66%. Menor crecimiento, mal. Menor inflación, bien.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que la inflación no es responsabilidad del Gobierno, sino del Banco de México, el banco central del Estado mexicano, autónomo frente Gobierno.

Lo segundo que hay que considerar es el año atípico, por obra y gracia del Covid-19, de 2020, en el cual, por la recesión, la economía decreció 8.30% (algo atípico), y el también año atípico, por obra y gracia del efecto rebote, de 2021, en el cual el crecimiento fue 5.57% (algo también atípico), efecto rebote que, hasta cierto punto, no del todo, compensó la recesión.

Si eliminamos del cálculo, tanto del crecimiento como de la inflación, los dos años atípicos, y consideramos solo 2019, 2022, 2023 y 2024, tenemos que, en promedio anual, el crecimiento del sexenio de la 4T sería 1.73%, menor que en cualquiera de los tres sexenios anteriores, malo, y la inflación 4.82%, mayor, malo.

Si aceptamos que los dos indicadores macroeconómicos por excelencia son crecimiento e inflación, ¿podemos afirmar que los resultados económicos de la 4T son fenomenales y que estamos presenciando un nuevo milagro económico? No.

Hay buenos resultados particulares (tipo de cambio, desempleo, remesas, por citar los más notorios), pero el resultado general, hasta hoy, deja que desear, y, suponiendo que se mantenga la tendencia hacia mayor crecimiento y menor inflación, ello no alcanzará para que este sexenio sea, en materia de economía, milagroso y fenomenal.