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Arturo Damm Arnal

El PIB

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

El PIB es el Producto Interno Bruto, la producción de bienes y servicios para el consumo final, con la que se mide el crecimiento de la economía, relacionada con el empleo (para producir alguien debe trabajar), y el ingreso (a quien trabaja se le paga), empleos e ingresos relacionados con el bienestar, que es el fin de la economía (tanto de la actividad económica como de la ciencia económica).

Todo esto (producción de satisfactores, empleo, ingreso y bienestar) depende del PIB. Por eso es importante.

Ya tenemos, del INEGI, la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto para el tercer trimestra del año, cifra provisional. La definitiva, que no variará mucho de la oportuna, la publicará el 24 de noviembre.

En términos anuales, comparando cada trimestre (el PIB se reporta trimestralmente), con el mismo del año anterior, entre julio y septiembre, el PIB creció 3.3 por ciento. Un año antes, tercer trimestre de 2022, creció 5.1. Un trimestre antes, segundo trimestre de 2023, creció 3.6. En ambos casos se registró menor crecimiento.

En términos trimestrales, comparando cada trimestre con el anterior, de julio a septiembre, el crecimiento del PIB fue 0.9 por ciento. Durante el tercer trimestre de 2022, un año antes, fue 1.2. A lo largo del segundo trimestre de 2023, uno antes, fue 0.8. En el primer caso, menor crecimiento. En el segundo, mayor.

En términos anuales, el crecimiento promedio anual de la economía mexicana, entre 1982 (año en el que perdimos el crecimiento elevado y sostenido, por arriba del seis por ciento), y 2022 (año en el que no lo habíamos recuperado), fue 2.2 por ciento. Entre 2001 y 2022 (lo que va del siglo), fue 1.7. Durante el tercer trimestre de 2023 fue 3.3, por arriba de ambos promedios, lo cual es bueno.

¿Qué se requiere para que la economía crezca más, con los efectos positivos sobre el empleo, el ingreso y el bienestar? Que directamente se invierta más de lo que se ha invertido, inversiones directas que se destinan a la producción de bienes y servicios. ¿Qué se requiere para que directamente se invierta más? Que aumente la confianza de los empresarios.

Según el Indicador de Confianza Empresarial, del INEGI, en escala de cero (total desconfianza), a cien (confianza total), la confianza de los empresarios (de la manufactura, el comercio, la construcción y los servicios no financieros), para invertir directamente en México, en promedio mensual, durante el tercer trimestre de 2022, fue de 31.2 puntos. Un año después, a lo largo del tercer trimestre de 2023, fue de 45.1 puntos. En el último año la confianza de los empresarios, para invertir directamente en México, ha aumentado, pero, estando en 45.1 puntos, sigue siendo baja, pese a lo cual la inversión fija bruta en instalaciones, maquinaria y equipo, que es la parte más importante de la inversión directa, después de haber crecido, en promedio mensual, entre enero y julio del año pasado 7.3 por ciento, lo hizo al 20.1 durante los primeros siete meses de este año, consecuencia, principalmente, de las ventajas que, para la economía mexicana, dada su cercanía con los mercados estadounidenses, trae consigo el nearshoring, que debemos convertir en friendly y secureshoring, sobre todo desde el punto de vista legal.