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Producción y consumo

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

La A y la Z de las actividades económicas son producción y consumo. La primera es el medio, el segundo el fin: no puede consumirse lo que no se ha producido. Una buena manera de calificar el desempeño de una economía es analizando la producción, que depende de las inversiones directas (ID), y el consumo, que depende de la compra de satisfactores.

No tenemos un indicador de la ID, pero tenemos el Indicador de la Inversión Fija Bruta (IFB), en instalaciones, maquinaria y equipo que, por proporcionar la infraestructura física para producir, es un buen indicador del comportamiento de la ID.

En términos anuales este fue el crecimiento de la IFB en los primeros cinco meses del año (entre paréntesis pongo el dato de 2023). Enero, 13.0% (10.1%). Febrero, 11.1% (13.1%). Marzo, 10.9% (11.4%). Abril, 10.6% (12.4%). Mayo, 5.6% (19.6%). En un año pasamos de crecer 19.6% (mayo 2023) a 5.6% (mayo pasado), y sumamos siete meses de crecimiento cada vez menor, desde 22.1% en octubre hasta 5.6% en mayo, con el agravante de que la contracción en la tasa de crecimiento de mayo fue la mayor del año. En enero fue 5.80%, en febrero 14.6%, en marzo 1.83%, en abril 2.75%, en mayo 47.17% (porcentajes en los que la tasa de crecimiento fue menor comparada con la del mes anterior).

Tampoco tenemos un indicador del consumo, del uso de los satisfactores para, valga la redundancia, satisfacer las necesidades (comer el pan para satisfacer el hambre y beber el vino para quitar la sed), pero tenemos el Indicador del Consumo Privado (CP), que mide la compra de bienes y servicios, excluyendo la de bienes inmuebles y objetos lujosos. Dado que antes de consumir hay que comprar, la compra de bienes y servicios es un buen indicador del consumo.

En términos anuales este fue el crecimiento del CP en los primeros cinco meses del año (entre paréntesis presento la cifra de 2023). Enero, 2.0% (7.7%). Febrero, 4.5% (4.9%). Marzo, 5.9% (3.9%). Abril, 3.3% (5.2%). Mayo, 2.8% (4.4%). En un año pasamos de crecer 4.4% (mayo 2023) a 2.8% (mayo pasado), y sumamos dos meses consecutivos de crecimiento cada vez menor, desde 5.9% en marzo hasta 2.8% en mayo, con la ventaja de que la contracción en la tasa de crecimiento de mayo, 15.15%, fue menor que la de abril, 78.79% (porcentajes en los que la tasa de crecimiento fue menor comparada con la del mes anterior).

Durante los primeros cinco meses de 2023 el crecimiento promedio mensual de la IFB fue 13.32%. Entre enero y mayo pasados fue 10.24%, 3.08 puntos porcentuales menor, el 23.12%. Por su parte el crecimiento promedio mensual del CP fue 5.22% entre enero y mayo del año pasado, y 3.70% en los cinco primeros meses del presente, 1.52 puntos porcentuales menor, el 29.12%. Fue mayor la reducción en la tasa de crecimiento del CP, 29.12%, que la de la IFB, 23.12%.

Un dato adicional, relacionado con el bienestar, que debe ser el resultado de la generación personal de ingreso, no de su redistribución gubernamental. En junio el 71% de la población ocupada generó hasta dos salarios mínimos de ingreso, $497.86 diarios. Este, la poca capacidad para generar ingresos, es el principal problema de la economía mexicana, cuya solución pasa por lograr una mayor productividad del trabajo (que va a la baja), y por atraer más ID, más IFB (que también va a la baja).