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Arturo Damm Arnal

¿Por qué?

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

La 4T ha tomado una serie de decisiones, desde la cancelación del NAICM, en octubre de 2018, hasta la propuesta de contrarreforma eléctrica, en octubre pasado, que le ha pegado a la confianza de los empresarios, lo cual es grave porque de ella dependen las inversiones directas, de las que dependen la producción de satisfactores, la creación de empleos y la generación de ingresos, de los que depende el bienestar de las personas.

Mes tras mes el INEGI publica el Indicador de Confianza Empresarial, ICE, que mide la confianza de los empresarios, entre otras cosas, para invertir directamente en México. El ICE va de cero a cien. Cero es total desconfianza, cien es confianza total. Entre cero y cincuenta hay desconfianza: mayor más cerca de cero, menor más cerca de cincuenta. Entre cincuenta y cien hay confianza: menor más cerca de cincuenta, mayor más cerca de cien.

Con relación a la confianza para invertir directamente, en octubre de 2018, antes de la cancelación de la construcción del NAICM, el lCE se ubicó en 39.5 unidades (desconfianza). En noviembre, después de la cancelación, como era lógico esperar, el ICE bajó a 36.2 unidades (mayor desconfianza), un aumento en la desconfianza de 3.3 unidades, equivalentes al 8.35 por ciento. Todo esto tuvo lógica, como también lo tuvo el siguiente golpe a la confianza empresarial.

Me refiero a lo que sucedió entre abril y mayo del año pasado, durante el cierre parcial de la actividad económica. En marzo, antes del cierre, con relación a la confianza para invertir directamente, el ICE era ya de 25.0 unidades (desconfianza). En abril bajó a 12.0 (mayor desconfianza), y en mayo a 10.8 (todavía mayor desconfianza). En junio, con el inicio de la reapertura, se ubicó en 12.0 (menor desconfianza).

Yo esperaba (y no por pesimista sino por realista), que con el anuncio de la contrarreforma eléctrica, en octubre pasado, que la desconfianza empresarial para invertir directamente aumentaría. No fue así. Al contrario: en septiembre el ICE se ubicó en 31.1 unidades (desconfianza), y en octubre en 32.3 (menor desconfianza), una disminución de la desconfianza de 1.2 puntos, equivalentes al 3.86 por ciento.

Considero, que las dos más malas decisiones en materia de economía de la 4T han sido, la cancelación de la construcción del NAICM (octubre 2018), ya caso cerrado, y la propuesta de contrarreforma eléctrica (octubre de 2020), caso todavía abierto (todo dependerá del voto de los priistas). En el primer caso la desconfianza aumentó 3.3 unidades, el 8.35 por ciento. En el segundo disminuyó 1.2 unidades, equivalentes al 3.86. ¿Por qué, en vez de haber aumentado, disminuyó la desconfianza? Posible respuesta: porque todavía no es caso cerrado y se espera que, ante lo absurdo de la contrarreforma eléctrica, ésta no pase. ¿Será?