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Arturo Vieyra

2021: recuperación a medias, inflación y pandemia

BRÚJULA ECONÓMICA

Arturo Vieyra 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Al término del 2021, el mundo entero continuó luchando contra la epidemia Covid. El impacto de la pandemia sobre todos los ámbitos de la vida humana ha sido muy profundo y devastador en muchos casos y, a pesar de que persisten los impactos económicos, en salud y en convivencia social, son sensiblemente menores que en el 2020.

Nuevas variantes del virus, vacunación insuficiente para la población mundial, la destrucción de las cadenas productivas y una alta inflación global y galopante apuntalan serias preocupaciones al término de este año.

En el caso de México, con impactos y niveles de contagio mucho menores que en otros lugares del planeta, seguimos teniendo un alto riesgo de una siguiente ola con una variante aún no del todo conocida. La recuperación, aunque en marcha, no luce lo suficientemente vigorosa como para recuperar el terreno perdido por la caída de la producción —que no tiene parangón alguno en la historia— durante el año pasado.

Es menester hacer un profundo y objetivo reconocimiento de las fallas y aciertos que tuvimos durante los últimos dos años, lo cual no es una tarea fácil en estos tiempos donde el encono político se ha acentuado de manera preocupante y la subjetividad ha rayado en muchos casos hasta la infame denostación del todo.

En efecto, seguimos siendo testigos y a veces partícipes de tremendos vituperios de uno y otro bando que han nublado la escena a tal grado que, en muchas ocasiones, perdemos la esencia de la problemática económica y social. Esta dinámica crea un entorno nocivo para la inversión y el crecimiento. Este año, el avance del PIB a lo mucho será de 5.4%, ello nos deja todavía casi 4% por debajo de los niveles de producción de 2019. En materia de empleo formal, en noviembre apenas quedamos ligeramente por arriba del mismo mes de hace dos años. En general, no fue posible recuperar en este año las pérdidas económicas provocadas por la pandemia en el 2020.

Por el lado positivo, vale mencionar la ganancia en competitividad que ha logrado la industria exportadora manufacturera mexicana, a tal grado que, aprovechando la reactivación del consumo en Estados Unidos, el sector manufacturero no automotriz ha logrado remontar las caídas y, con ello, apoyar firmemente la recuperación en México. Sin este esfuerzo, las consecuencias de la crisis en México habrían sido realmente mucho mayores. No obstante, la crisis de insumos electrónicos sigue golpeando duramente las exportaciones de automóviles y autopartes y no será sino hasta el final del año que viene cuando logren una recuperación plena.

Un aspecto que sigue garantizando la estabilidad macroeconómica es la disciplina fiscal del Gobierno que proporciona mayor y mejor perspectiva en un entorno tan difícil como el actual. Asimismo, más allá de consideraciones ideológicas o partidistas, considero que el fortalecimiento de la ayuda a los segmentos económicamente menos favorecidos a través de diversos programas sociales ha sido un enorme bálsamo para apoyar la recuperación del consumo, el cual ha sido duramente golpeado por la inflación, que alcanzará al término de este año un avance preocupante cercano al 8%.

Deja en este sentido el 2021 el saldo de una recuperación a medias con preocupaciones latentes sobre la inflación y la pandemia, retos importantes que tendremos que enfrentar y de los cuales seguramente saldremos adelante. Felices fiestas.