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Arturo Vieyra

Argentina, Brasil y México: panorama ensombrecido

BRÚJULA ECONÓMICA

Arturo Vieyra
Por:

Momentos difíciles presenta actualmente la pandemia a nivel global, el rebrote de los contagios en Europa y América representan un enorme riesgo para la economía mundial, la probabilidad de un nuevo paro de actividades no es menor con consecuencias funestas para el crecimiento ya no sólo en este año, sino también para el siguiente.

En particular, la región latinoamericana está siendo fuertemente golpeada por la pandemia y en su economía, a lo que se suma a dificultades idiosincráticas que en conjunto ensombrecen el panorama. Los tres grandes de la región, Argentina, Brasil y México se ubican dentro del nada prestigiado grupo de los diez países con mayores contagios. Cifras del cierre al lunes pasado, señalaban un alcance de un total de personas infectadas de 5.25, 1.00 y 0.855 millones, respectivamente. Incluso, Brasil y Argentina, ajustando las cifras por población, se encuentran dentro de los cinco más grandes contagiados a nivel mundial.

Las implicaciones de la pandemia sobre la economía han sido devastadoras para los tres países. En primer lugar, la caída en el PIB será dramática. De acuerdo con proyecciones recientes del Fondo Monetario Internacional (FMI), la producción nacional de Argentina se desplomará -11.8%, la de México 9% y la de Brasil 5.8%.

En segundo término, desafortunadamente, lo más importante ahora quizá es que, sumado al hecho de que además de que en las tres economías más grandes de Latinoamérica, el desempleo y el deterioro social aumentarán significativamente con esta crisis económica y de salud, la recuperación no será un trabajo fácil y rápido. Por el contrario, recobrar los niveles de producción y bienestar previos a la crisis llevará varios años en ausencia de medidas tendientes a lograr mayor eficiencia económica.

Así, por ejemplo, continuando con las proyecciones del FMI, se tiene que, aun con una visión de crecimiento económico para los próximos años en las tres naciones, ninguno logra remontar los niveles de producción -y seguramente de bienestar- previos a la crisis. El caso más crítico, el de la economía argentina que, incluso ya durante 2018 y 2019 venía cayendo. Con la actual crisis, su PIB per cápita o por persona se desplomó hasta niveles no vistos desde 2009. Un caso paralelo el de México (cuya economía el año pasado mostró un leve retroceso), tampoco en el horizonte de pronóstico del FMI hasta 2025 alcanza a recuperar el nivel de PIB por persona. La misma perspectiva se tiene para Brasil. Es decir, recuperarse de la actual crisis podría llevar hasta casi una década.

Sin duda, un escenario triste y poco halagador para nuestras economías latinoamericanas, y más aún, si se compara con la perspectiva de países o zonas económicas como Estados Unidos, Rusia China o la Unión Europea, donde de acuerdo con el FMI, los niveles de PIB per cápita previos a la crisis se recuperan a lo más en dos años.

Pero no hay que perder de vista que hablamos de proyecciones económicas, no son datos, no son necesariamente una realidad. Más bien, estos pronósticos son una señal de alarma muy clara y precisa que exige soluciones viables y estructuradas tendientes a agilizar el crecimiento económico.