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Arturo Vieyra

Recuperación insuficiente del empleo

BRÚJULA ECONÓMICA

Arturo Vieyra
Por:

Han sido muy comentados y recibidos con beneplácito en algunos medios los datos recientes de crecimiento del empleo formal. Efectivamente, si bien se registra una mejora, ésta resulta marginal y sólo señala que ya se ha tocado fondo en la caída en el empleo formal (medido con los registros administrativos de trabajadores activos al IMSS). El impacto de la crisis sobre el empleo es muy acentuado y, desafortunadamente, aún estamos lejos de una recuperación plena.

La estadística oficial señala una pérdida importante durante el periodo abril-julio de casi un millón de empleos, empero, debe considerarse que esta pérdida ha venido disminuyendo mes a mes significativamente, pues de marzo a abril se perdió más de medio millón de empleos y ya para julio, esta caída descendió a sólo 3.9 mil puestos de trabajo respecto a junio, incluso, oficialmente, se anunció una ganancia mensual en agosto.

Sin menoscabo de esta trayectoria positiva, considero que hay que ubicarla en su justa dimensión. En primer lugar, el empleo formal en julio está todavía por debajo del nivel de julio del año pasado en casi 890 mil plazas, las cuales, difícilmente podrán recuperarse en lo que resta del año.

En segundo lugar, la situación del empleo debe analizarse en una perspectiva más amplia. Para ello, conviene referirse a la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) elaborada por el Inegi. Con base en esta encuesta, vemos que los 19.5 millones de trabajadores actualmente afiliados al IMSS representa sólo casi dos quintas partes de la población que trabaja o busca trabajo en México (50.1 millones de personas), el resto —en su mayoría informales— es donde también se están generando cambios drásticos y significativos.

Atendiendo a la ETOE, las cifras son decepcionantes, pero también apuntan recuperación. Hasta junio y respecto a marzo, mes previo a la crisis, se tienen 6.3 millones de personas que perdieron su empleo y no siguieron buscando, a los que se suman 1.1 millones de nuevos desempleados; es decir, que si buscan empleo (en junio suman 2.8 millones de desempleados), en total son 7.5 millones de trabajadores que perdieron su empleo. Si bien esta cifra es mucho menor a la que se tenía en abril (12.5 millones de empleos perdidos), no deja de ser un costo muy alto de la crisis sobre el empleo.

En el mismo sentido, es alarmante el deterioro en la calidad del empleo. Algunas cifras son contundentes. La tasa de subempleo alcanza en junio el 20% de la población ocupada, si bien disminuye desde el 30% en mayo, está todavía muy lejana del 9.1% de la tasa de marzo.

Aunque en el periodo abril-junio se han venido creando empleos, éstos se ubican en el sector informal y en los segmentos de menor remuneración. Ello se debe a la mayor resistencia de las medianas y grandes empresas por contener a los trabajadores en el periodo de crisis. Las micro y pequeñas empresas carecen de fortaleza para enfrentar la caída tan acentuada de las ventas.

Es evidente la recuperación del empleo, desafortunadamente sigue siendo insuficiente. Es posible anticipar que continuará en lo que resta del año, aunque difícilmente se logre restaurar en este 2020 los niveles de cantidad y calidad de los puestos de trabajo previos a la crisis.