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Bibiana Belsasso

“Mi papá y yo clasificamos juntos a Centroamericanos; murió antes”

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Alejandra Zavala viene regresando de los Juegos Centroamericanos con muchas medallas para México. Es una mujer fuerte, disciplinada y exitosa. Su fuerte es tiro con pistola neumática y calibre 22. Es campeona olímpica y hoy platica para La Razón.

BB: ¿Cómo son tus pistolas?

AZ: Una es electrónica, el gatillo ya no es manual, sino que es un sistema electrónico que ayuda a que el peso del gatillo no cambie, porque es uno de los puntos importantes del jueceo, checar el peso, que debe tener 500 gramos de fuerza, que tienes que vencer para sacar el disparo. Esta modalidad es de alta precisión, es a diez metros mi objetivo, pero es el centro de una moneda de peso, imagínatelo a diez metros controlando las miras, mi respiración, posición, estabilidad. La posición es con una sola mano. Y el gatillo es un sonido perceptible, el ruido no es tan fuerte; sin embargo, la velocidad del diábolo sí lo es para que impacte con mucha precisión en el blanco, en el target. Lo más complejo es manejar mi concentración y mis pensamientos, porque en el momento de la competencia te ataca de todo. La mente juega un papel muy importante en este deporte, físicamente también, porque la fuerza de los músculos específicos que utilizamos para la estabilidad son muy importantes.Éste es un deporte, podríamos decir, 70 por ciento mental, 30 por ciento físico.

BB: Platícame de Ale Zavala, la niña.

AZ: El tiro deportivo ha estado en mi vida siempre, mi papá fue tirador, mi abuelo fue tirador, yo empecé a tirar por mi papá. Comencé en competencias regionales en Guadalajara, más que nada por diversión. Íbamos a clubes cinegéticos, que son los especialistas en tiro. Yo pertenezco al Club Cinegético Jalisciense. Mi papá fue mi primer entrenador, viajábamos juntos, clasificamos juntos a mis primeros Juegos Centroamericanos y no llegó porque murió meses antes.

BB: Me imagino que debió ser un peso muy fuerte haber ido a esos primeros juegos sin tu entrenador y sin tu papá.

AZ: Sí, fue muy fuerte, difícil, yo tenía 18 años en ese entonces, recién cumplidos. Mi papá y yo habíamos clasificado, estábamos muy emocionados, eran sus primeros Juegos Centroamericanos de él y los míos e ir juntos, imagínate. Padre e hija y entrenador y atleta, todo junto en dos personas. Esos primeros juegos fueron bien difíciles, ni siquiera clasifiqué a la final, tiré muy mal, iba triste. Y estos juegos de los que acabo de regresar fueron muy especiales por eso, porque entré al mismo estadio y fue muy nostálgico, porque estos juegos para mí fueron muy felices.

BB: ¿Y tu mamá?

AZ: Mi mamá vive, mi mamá es una gran madre, que nos sacó adelante, somos dos hermanas y yo. Incluso esa vez yo no iba a ir a los Juegos Centroamericanos y mi mamá me dijo: “Ale, ve y si después de eso decides que ya no, está bien, pero no puedes dejarlo así, porque después te vas a arrepentir”.

BB: Llegas a las Olimpiadas.

AZ: Sí, mi historia olímpica ha sido muy bonita. Yo clasifiqué a los primeros Juegos Olímpicos en el 2012, sola, no tenía entrenador, clasifico en una justa Panamericana, en un segundo lugar, tuve que pelear mucho en México porque, aunque la hubiera ganado yo, la cuota es para el país, no para el atleta.

BB: ¿Cómo le haces para prepararte?

AZ: Todo depende de la etapa en la que te encuentres. El deporte se divide en etapas transitorias de descanso, precompetitivas y competitivas; entonces, hay etapas en las que literal entrenas de lunes a domingo, sin descansos, y otras en las que entrenas cinco veces a la semana y puedes darte el lujo de dos días de descanso, pero normalmente yo entreno ocho horas diarias, porque no solamente tiro, también voy al gimnasio, porque tengo que preparar, como te decía, los músculos chiquitos. Tengo mi preparadora física, una psicóloga deportiva también, nutriólogos y también mi entrenadora. A esto me dedico al 100 por ciento, además, soy miembro del Ejército Mexicano, en grado Sargento Segundo, en el área del deporte, entonces mi trabajo también ahí es dar resultados.

BB: ¿Qué te piden en la Sedena?

AZ: Trabajar para dar resultados, obviamente. Lo principal es que seas la campeona nacional y luego, que clasifiques a Juegos Centroamericanos. Claro está que si, por ejemplo, no lo logro, no es como “bye, te vas”, o sea, te invitan a que sigas, a que luches, a que vayas mejorando en esas habilidades.

BB: Es un deporte caro.

AZ: Yo he recibido apoyo por Conade, con todos mis viajes, mi preparación rumbo a París 2024. Sin embargo, el tema de reducción de becas ha sido difícil, creo que el punto está en cuando perdimos fideicomisos; sin embargo, es difícil cambiarlo porque es bajo la ley. Por tabulador me tocan 6 mil pesos. Mi entrenador ya está pagado por el Instituto Estatal del Deporte de Jalisco, el cual te emite una beca. Mis pistolas, bueno, yo tengo la fortuna que Dios me dio la capacidad de ser talentosa y, por lo tanto, tengo muy buenos resultados, esta marca que es Steyr, es una marca austriaca y me patrocina, ellos me cambian mi pistola cada que lo requiero. La calibre 22, fue un regalo del señor Olegario Vázquez Raña, cuando yo clasifico a mis segundos Juegos Olímpicos, y gracias a eso la tengo, porque sí son difíciles de conseguir, y pues esta marca, que es RWS, balines o pellets y balas también me patrocinan, es una marca alemana.

BB: ¿Has vivido situaciones muy difíciles?

AZ: Mi entrenador era mi pareja. Ahí hubo violencia y todo se acabó. Yo iba como abanderada de los Juegos Centroamericanos de la edición pasada, de 2018, y era como la favorita a ganar porque ya tenía el campeonato centroamericano y quedé en aire en segundo lugar, en fuego quedé en primer lugar, cosa rarísima porque no iba preparada para ganar en fuego, y de ahí me vine en picada. Él nunca fue una persona violenta, pero en esa competencia justamente me agredió físicamente y verbalmente delante de muchísima gente, fuera de control, y fue muy difícil porque yo iba como abanderada, entonces todo mundo sabía quién era la abanderada de México, no solamente los mexicanos. No mucha gente no sabía que éramos pareja, entonces todo eso fue muy difícil para mí y entré en una depresión muy grande, y pues terminamos, yo ya no quise continuar con él.

BB: Ahora estás ya lista para las próximas Olimpiadas en Francia.

AZ: Sí, tengo una entrenadora cubana, Tania Pérez; sigo con la misma fisioterapeuta, Erika Lozano, que es mi amiga, tenemos diez años trabajando juntas; tengo a mi preparadora física, Magdalena Burner, ella también fue atleta olímpica por Suiza en nado sincronizado y tengo un equipo muy padre.

BB: Y ¿cómo estás ahora emocionalmente, en el amor, con la familia?

AZ: Superbien, ahorita, justo te decía que estos Juegos Centroamericanos para mí fueron muy padres. Un equipo increíble.

BB: Preguntas cortas, respuestas cortas. ¿Cuál ha sido el día más feliz de tu vida?

AZ: Cuando nacieron mis sobrinas, totalmente sí.

BB: ¿El más triste?

AZ: Cuando murió mi papá.

BB: Ale Zavala es…

AZ: Pura pasión.