Los pedófilos quieren ir al cielo

El 24 de junio se realiza una conmemoración por lo menos, indignante; el Día Internacional del Orgullo Pedófilo, en donde sujetos pedófilos y pederastas intentan justificar ante la sociedad los motivos que los llevan a tener relaciones sexuales con niños y niñas. Los desgraciados que abusan de niños, buscan aprobación al decir que se vale enamorarse de menores de edad.

El Día Internacional del Orgullo Pedófilo surgió en Estados Unidos en el año de 1998 con el nombre de International Boy Love Day.

Vivaldina Jaubert, fundadora y directora del proyecto Soñando Mariposas y Alas Amigas, asegura que desde 2019 han levantado la voz capacitando a la población sobre las características de un pedófilo, de un pederasta, y los argumentos que tienen todos estos argumentos pro-pedofilia.

Es muy importante que como sociedad entendamos el modus operandi de este tipo de agresores, quienes utilizan la seducción, la manipulación y el chantaje para lograr su objetivo, para poder proteger a nuestros niños, y es que el agresor muchas veces es muy cercano y se encuentra dentro del círculo familiar.

El argumento de estos pederastas es que ellos no violentan niños, ellos los enamoran, los seducen, los quieren, que los niños son los que piden tener relaciones sexuales con ellos. Jaubert señala que es por eso que resulta sumamente importante informar esto, ya que es así como se perpetran los abusos sexuales.

¿Cuál es la diferencia entre un pedófilo y un pederasta?

El pedófilo vive con la filia; van a sentir deseos, amor, atracción por menores de 11 años y mientras más aguda sea su parafilia, más pequeños pueden ser los menores de edad, pueden llegar a sentir hasta atracción sexual por bebés.

Si un pedófilo tiene control de impulsos, puede quedarse en el límite del deseo, pero cuando un pedófilo da el paso a la acción, se va a convertir en un pederasta.

El delito de pederastia puede ser ejercido por dos tipos de agresores: los pedófilos y los pederastas oportunistas.

Estos últimos son las personas que tienen la oportunidad de abusar sexualmente de un niño o de violar a un niño o a una niña, y porque tienen la oportunidad cometen el acto; no importa si son pedófilos o no.

Esto quiere decir que un pederasta oportunista puede no ser exclusivo, puede tener relaciones con adultos.

Mientras que un pedófilo que se convierte en pederasta, dependiendo su actividad sexual, puede a lo largo de su vida atacar a más de 200 niños porque, en cuanto su víctima crezca, cambia de víctima.

Los menores de edad están en constante riesgo, porque estos sujetos, lo que hacen, es engañar y confundir asegurando que ellos aman a los niños y que por eso abusan de ellos. Generalmente no lo hacen de una manera agresiva, ésta empieza después de los contactos físicos cuando amenazan de que en caso de que el menor diga algo, habrá represalias, y casi siempre disfrazan los abusos con supuestos actos de amor.

Las víctimas están vulnerables prácticamente en cualquier lugar, incluso, en sus propios hogares y con su propia familia.

A principios de abril, expertas en derechos humanos de la ONU pidieron a los gobiernos que impulsaran medidas de protección infantil para salvaguardar el bienestar de millones de niños en todo el mundo, debido a que pudieran estar más expuestos a la violencia, el abuso sexual y la explotación durante el confinamiento por la pandemia de Covid-19.

Doctor abusador

Pero los menores no solo están vulnerables en sus casas, también lo están en la red. Las expertas de la ONU señalaron que el aumento en el número de usuarios en línea, puede provocar también un aumento significativo en los delitos cibernéticos, como el acoso sexual en línea, la transmisión en vivo de abuso sexual infantil y la producción y distribución de material de abuso sexual infantil.

La pornografía infantil ha aumentado en esta época de pandemia. La Europol, que es la oficina europea de policía, señala que el consumo de pornografía infantil aumentó más del 25 por ciento en el 2020; mientras que el rango de la edad de la victimas bajó a un rango entre los 10 y los 12 años.

Los pedófilos buscan aceptación de la sociedad, aun cuando están cometiendo el delito que más daño le hace a los menores, lo que destruye la vida física y psicológica de niños y niñas, que además es un trauma que persigue a las víctimas toda la vida.

En 2017, luego de un operativo para combatir este grave delito en Brasil, ocurrió un hallazgo que sorprendió a los agentes. Se trataba de un "Manual para pedófilos" encontrado junto a miles de archivos de pornografía infantil en la computadora de un médico.

El computador del médico contenía un tutorial con descripción detallada de dónde encontrar niños, cómo acercarse a ellos y seducirlos.

El médico Fabio Lima Duarte, de 36 años, grabó partes íntimas de unas 100 pacientes durante exámenes y guardó los videos en carpetas con el primer nombre y un número que, según afirma la policía, se refería a la edad de la paciente.

Al ser arrestado, Lima Duarte admitió que el material era de él y se declaró adicto a ese tipo de contenido. La defensa solicitó su libertad argumentando ante el Tribunal Superior que el médico sufría de "parafilia", un extraño comportamiento sexual.

Recibió detención domiciliaria en una cómoda residencia en Belo Horizonte, y fue liberado poco después. Desgraciados como este hombre son muchos en el mundo.

Para Alessandro Barreto, coordinador del laboratorio de Inteligencia Cibernética de la Secretaría de Operaciones Integradas del Ministerio de Justicia de Brasil, cuando se trata de pedofilia, no hay clase social ni edad, "hay médicos, policías, profesores, empleados autónomos, religiosos".

Lamentablemente, el “manual” del médico localizado no es algo inédito, ya que existen varios documentos de este tipo circulando en el espacio cibernético.

La mayor parte de ese contenido ilícito está en la llamada "dark web", el "lado oscuro" de internet; sitios que son fácilmente accesibles desde enlaces, normalmente compartidos en foros y grupos.

En México existe una cifra negra que indica que alrededor del 70 por ciento de la población ha sido víctima de algún tipo de abuso sexual infantil.

Desde hace más de cinco años, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) pone a México a la cabeza de los países con más abusos sexuales infantiles.

De acuerdo con un estudio del Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, los principales agresores sexuales de los niños son familiares, maestros y después sacerdotes.

Estos pedófilos y pederastas no merecen ni tantita empatía, destruyen vidas y sociedades enteras.