Tensa relación entre México y Estados Unidos

A pesar de que Donald Trump haya hecho hasta lo imposible para evitar el triunfo de Joe Biden, finalmente el demócrata fue ratificado por el Colegio Electoral de Estados Unidos y será oficialmente el presidente número 47 de la Unión Americana.

Biden alcanzó un total de 81 millones 283 mil 495 votos generales, lo que lo convierte en el candidato presidencial más votado en la historia del país del norte, situación que contrasta con el inédito y polémico proceso post-elección debido a la negativa de Trump de aceptar los resultados de los comicios y a sus constantes pugnas legales y narrativas por posicionar el argumento de un supuesto fraude electoral.

Trump ha encarecido su salida para dos cosas: la primera, para negociar no ser procesado por las decenas de denuncias que tiene, que van desde abuso de mujeres hasta defraudación fiscal. Y la segunda, para seguir recaudando millones de dólares que le han sido donados para su movimiento y que él maneja de forma discrecional.

Es muy probable que Trump busque regresar a la Casa Blanca en cuatro años. Quienes lo conocen bien aseguran que buscará la candidatura para su hija Ivanka.

Lo que tenemos seguro es que Joe Biden estará al frente de la Casa Blanca los próximos 4 años; el Presidente López Obrador tardó semanas en reconocerlo.

La relación bilateral entre ambos países, nuestro principal socio comercial, por cierto, no parece ser la mejor.

Por lo pronto, la embajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena, anunció que adelantará su jubilación del Servicio Exterior Mexicano (SEM), luego de 43 años de servicio.

Después de como se ha manejado el triunfo de Biden, la falta de empatía del Presidente López Obrador, los contratos bilaterales que hay, sobre todo en temas de energía, que hoy penden de un hilo, y la disputa que hay para permitir a agentes de seguridad que investiguen en nuestro país, se ha tensado la relación entre México y Estados Unidos.

Bárcena, quien es la primera mujer en fungir como embajadora de México en Washington en la historia, dijo que es tiempo de iniciar una nueva etapa en su vida. "Me voy a jubilar en los próximos meses que vienen después de haber servido en el Servicio Exterior por 43 años… Todas las cosas bajo el sol tienen un tiempo y un momento".

Pero lo cierto es que, durante esta administración, Bárcena tuvo varios desencuentros con el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard. Y es que Agustín Gutiérrez Canet, esposo de Bárcena, se dedicó a realizar durísimos ataques contra el canciller.

Mientras Bárcena quería manejar la relación entre el Gobierno de México y el de Estados Unidos, Ebrard sentía que ése era su trabajo.

Los golpes bajos y el fuego amigo han sido una constante entre la embajadora y el canciller.

Único encuentro

Incluso, Agustín Gutiérrez Canet publicó: “veamos qué dijo ayer Ebrard, dando la espalda al Presidente Andrés Manuel López Obrador, en el Palacio Nacional, al responder a una pregunta sobre designaciones políticas en embajadas y consulados, así como sobre dicho nombramiento: ‘…Lo que dije es que quienes estén en el Servicio Exterior tengan un mérito. De hecho, ha habido grandes figuras de México y el ser político no es denigrante. Lo que es denigrante son los hechos de las personas o que se actúe promoviendo personas que no tienen mérito, que no tienen carrera, que no tienen conocimientos, que no pueden representar a México adecuadamente’”.

Lo cierto es que los ataques de Gutiérrez a Ebrard son de carácter político-burocrático, y es que Gutiérrez apoyaba a Porfirio Muñoz Ledo para que se convirtiera en líder de Morena y, desde esa posición, proyectar a su esposa a la cancillería en lugar de Ebrard.

Agustín Gutiérrez Canet ha dicho que su salida de la función pública en el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador se debió a que es tío de Beatriz Gutiérrez Müller, y que aceptó la postura del mandatario para evitar dichos de un supuesto nepotismo.

Pese a que aceptó la decisión, Gutiérrez Canet no se quedó contento, y advirtió que eso no evitaría que siguiera desarrollándose como periodista, basándose únicamente en sus opiniones personales.

Pero desde esa trinchera, el esposo de la embajadora Martha Bárcena ha criticado, por ejemplo, el viaje de López Obrador a Washington para reunirse con Donald Trump. Dijo que el encuentro era un error político que podría generarle un alto costo al Gobierno mexicano.

Lo cierto es que el trasfondo de esas opiniones era el conflicto recurrente entre él, Bárcena, y el canciller Marcelo Ebrard, una pelea que tiene su origen prácticamente desde la transición del 2018.

López Obrador nombró a Ebrard en la Cancillería, pero le negó la facultad de designar a un allegado en Washington; incluso fue el Presidente quien nombró a Bárcena como embajadora.

Se dice que, en enero, Marcelo Ebrard viajó a Guatemala a la asunción del presidente Alejandro Giammattei y ese mismo día Bárcena fue a Palacio Nacional y tras reunirse con diferentes funcionarios del gabinete, platicó con López Obrador a quien le habría dicho que ella sería mejor opción como canciller si los demócratas ganaban en noviembre.

Quien llegue a esa embajada tendrá que tener mucho talento para fortalecer la relación entre ambos países. Marcelo Ebrard conoce bien cómo trabajan los demócratas en Estados Unidos; incluso hace un par de años trabajó para promover el voto latino para la campaña de Hillary Clinton.

Una relación que se ve difícil: mientras Estados Unidos demanda que se respeten los contratos establecidos en el T-MEC, parece que en México quieren hacer todo lo contrario.

Pero no podemos olvidar lo grave que sería para México romper, de alguna forma, particularmente en acuerdos comerciales con Estados Unidos.