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Carlos Olivares Baró

Música entrañable

LAS CLAVES

Carlos Olivares Baró
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Dias de jerigonzas (“Quién hace tanta bulla”, se pregunta Vallejo). El vecino escucha a Arjona y parafrasea los estribillos de las baladas pueriles del guatemalteco. En el piso de abajo una pareja de adolescentes se besa bajo los compases de un tabaleo ultrajante. Ella me saluda, un poco sonrojada porque la descubrí en un besuqueo furtivo, quizás a escondidas de sus padres. Con la reverencia intenta justificarse; sin embargo, a mí me gusta el candor de los besos juveniles. Él, arrogante sigue apoyado en la pared marcando con las manos las pautas de esa cadencia que se impone en todo el mundo: el reguetón no tiene nada de cordialidad.

Música entrañable. “Lo que canta, lo que suena, lo que habla. / En toda música predilecta hay un poco de sonido antiguo añadido a la música misma. / En los instantes menos habituales, podríamos definir la música: algo menos sonoro que lo sonoro. Algo que sedimenta lo ruidoso. Una pizca de sonoro cuya nostalgia pretende habitar lo inteligible. / Sólo la música es desgarradora. /Todo está cubierto de sangre vinculada con el sonido. / La obsesión sonora no logra separar, en lo que escucha, aquello que anhela oír de lo que no puede haber oído”: fragmentos tomados de El odio a la música, de Pascal Quinard.

Músicos entrañables. Comienzo con Jelly Roll Morton (Gulfport, 1885-Los Ángeles, 1941): mulato descendiente de esclavos negros y de latifundistas galos de Luisiana, es el creador del primer mestizaje musical. El piano como pasaporte para entrar a los prostíbulos de Storyville. Instrumentista itinerante: Los Ángeles, San Luis, Houston, Nueva York, Chicago. Director de los Red Hot Peppers. Graba con el sello Victor 175 caras de discos de 78 rpm donde abundan magistrales solos de piano.

¿Inventor del jazz y del Stomp?: asunto polémico. Muchos afirman que ya se tocaba jazz en Nueva York, Filadelfia y Baltimore. Vocalista pionero de scat. Maestro en el empleo del walking basses y diestro improvisador sobre una escala única (“Jungles Blues”): preámbulo del jazz modal. Escucho una copia del disco Nueva Orleans Memories (1940): breaks, síncopas, alardes percutivos, scats. Un “fanfarrón de buen corazón” (Alberta Hunter), jactancioso y colérico que se entregaba en cuerpo y alma a la música.

Jaco Pastorius (Pensilvania, 1951-Miami, 1987). Se inicia en la batería, que tiene que abandonar por una lesión en el brazo derecho. Estudia piano, sax, guitarra y bajo eléctrico. Hizo que cambiara el uso del bajo eléctrico, no sólo en el jazz sino en todos los géneros musicales. Después de él nadie vuelve a tocar el bajo como antes. “Seguramente el último músico de jazz del siglo XX en haber generado un impacto sobre el mundo musical en general”: Pat Metheny. Sonoridad cantabile suscrita a una fortaleza melódica sorpresiva e infrecuentes en los años 70.

Artífice clave de Weather Report en el celebrado álbum Black Market (1976). “Barbary Coast”, “Teen Town”, “Punk Jazz”, y “Three Views of A Secret”: decisivos temas en la crónica del jazz fusión. Escucho el álbum Punk Jazz. The Jaco Pastorius Anthology (2003): muestrario de un espíritu sensible, desbordado, innovador. El bajo eléctrico canta. El tiempo arropa la magia de sus pulsaciones.

Punk Jazz
Punk Jazz
  • Artista: Jaco Pastorius & Amigos
  • Género. Jazz Fusión
  • Disquera: Rhino, 2003