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Pessoa para niños

LAS CLAVES

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

La narradora y poeta Flor Aguilera (Ciudad de México, 1971) y la artista plástica Karina Cocq (Santiago de Chile, 1984) entregan una biografía del poeta portugués Fernando Pessoa (Lisboa, 1888-1935), Los más geniales amigos imaginarios (Editorial CIDCLI, 2024), concebida para niños de más de 10 años con el propósito de alimentar su imaginario y, asimismo, convidar a los adultos para que sean cómplices del viaje del escritor padre de más de setenta aliados imaginarios, a quienes les puso nombres, fisionomías, personalidades y biografías.

Diez secciones: “De nuestros amigos imaginarios”, “¿Fernando...quién?”, “¿Cómo era él?”, “Cuando Fernando se convirtió en joven señor”, “¿Y cómo empezó a escribir y a publicar?”, “¿A quiénes admiraba Fernando?, “¿Se casó y tuvo hijos?”, “¿Qué escribió Fernando?”, “¿Quiénes eran sus amigos imaginarios?”, “Biografía de amigos imaginarios”. Aguilera y Cocq alinean los gestos del autor del Libro del desasosiego en un recorrido por sus ilusiones vividas sólo del sueño como avisaba Bernardo Soares, uno de los heterónimos que integran su linaje imaginario

Biografía no lineal: “Hubo una vez un bebé que nació en 1888 y vivió sus primeros años en Lisboa, la capital de Portugal. Portugal es un país europeo que, como puedes ver en un mapa, colinda con España al este y al norte, y al sur y al oeste está rodeado por el océano Atlántico”. Los episodios de la vida del poeta se develan de manera afable: la muerte del padre cuando tenía cinco años de edad, y de su hermanito de un año. Casamiento de la madre y el traslado a Sudáfrica: “el pequeño Fernando se subió a un barco con su mamá a ese lejano país”. 

Pessoa significa en el idioma portugués persona. “Fernando era flaco, moreno, no muy alto y veía muy mal, así que nunca se quitaba los lentes” y pensaba mucho y profundamente. “Dicen que finjo o miento / en lo que escribo, no. /Es que simplemente siento / con la imaginación. / No uso el corazón”, Aguilera cita esta estrofa de uno de los poemas más populares de Pessoa para precisar los sustentos estéticos de una figura literaria que incursionó en la poesía, relato, crónica, teatro y ensayo, los cuales rubricó con el ortónimo Fernando Pessoa y con varios de sus amigos imaginarios, heterónimos: nombres múltiples/diferentes nombres. Pessoa concebía su vida como “Un drama dividido en personas en vez de en actos”.

Muestrario de las semblanzas de los más reconocidos amigos imaginarios del autor de Mensagem: Alberto Caeiro —mentor imaginario con alma de pastor—, Álvaro de Campos —refinado y cordial; admirador de Whitman y autor del célebre poema “Tabaquería”—, Bernardo Soares —de infancia solitaria, fisonomía empalidecida y aureola de angustia—, Ricardo Reis —médico partidario de la monarquía, idealista, apasionado, estoico, sereno, solitario, que afirmó: “Suave es vivir solo”—y José María— la única amiga imaginaria, suerte de amor platónico que le escribió una carta: “Lo amo con toda mi alma y toda mi vida. /Así es que estoy llorando”—. Las ilustraciones de Karina Cocq enaltecen los acasos de un poeta que supo que “La realidad / siempre es más o menos / lo que nosotros queremos. / Sólo nosotros somos siempre / iguales a nosotros mismos”.

Portada del libro "Los más geniales amigos imaginarios"Foto: Especial

Portada del libro "Los más geniales amigos imaginarios"

  • Texto: Flor Aguilera
  • Ilustraciones: Karina Cocq
  • Género: Biografía
  • Editorial: CIDCLI, 2024