El tránsito de Venus

El guionista, dramaturgo, ensayista y narrador mexicano Carlos Pascual —Premio Bicentenario Grijalbo de Novela Histórica por La Insurgenta— publica El tránsito de Venus (Grijalbo, 2024): cinco científicos mexicanos asumen una travesía lindante al naufragio para participar en la observación del suceso astronómico que permitirá conocer la medida exacta del trecho entre la Tierra y el Astro Rey. Incidente olvidado de la historia de México, que Pascual traslada a la ‘novela de aventura científica’ en un declarado homenaje al pionero de esa modalidad narrativa: Julio Verne.

Diciembre de 1874: el presidente Sebastián Lerdo de Tejada decreta el patrocinio de la Comisión Astronómica Mexicana integrada por un notorio equipo de científicos para remitirlos a Japón con la encomienda de participar junto con otras naciones en el tránsito de Venus junto al Sol (accidente astronómico que ocurre cada cien años de manera alternada).

Viaje-odisea: accidentado trayecto a Veracruz, enfrentamiento a un tifón, incidente diplomático en Cuba, cuarentena en Filadelfia y encontronazo con unos apaches hasta el arribo a las costas orientales donde instalan campamento. Objetivos de estos hombres de ciencia, encabezados por Francisco Díaz Covarrubias: poner en alto el nombre de México en el contexto de la comunidad científica internacional.   

Primera gesta de nuestro país por conquistar el espacio. Pascual, con desenfadado humor y convincente discurso narrativo, refiere un acontecimiento verídico que, sin embargo, roza lo extravagante. “Lerdo de Tejada fue muy cuestionado por sufragar los gastos de la Comisión Astronómica Mexicana. Los caricaturistas de la prensa se burlaron de él con cartones en que aparecía la imagen del pueblo agonizando por el hambre y Tejada ataviado como rey Sol”, comenta Pascual. 

Se sabe que fue Kepler (siglo XVI) quien registró que la distancia entre la Tierra y el Sol se debía tomar como la Unidad Mínima de Medida para el Sistema Solar. A partir del siglo XIX se pudieron tener instrumentos apropiados para proceder a la investigación en que los cinco científicos mexicanos pretendieron colaborar para establecer lo que hoy nombramos como Unidad Astronómica.  

Pascal confirma que el desarrollo de la Ciencia es en realidad, la gran proeza de la humanidad. “En la investigación que realicé, tropiezo con las aventuras y desventuras que asediaron a los integrantes de la Comisión Astronómica Mexicana, advertí la riqueza literaria de esos incidentes y decidí llevarlos a los espacios de la novela. Todas las eventualidades son reales, pero están untadas de la magia de la fabulación. Estos cinco científicos se enfrentan a la fiebre amarilla, a la guerra de independencia en Cuba, los recluyen en un manicomio y para rematar, les toca un tifón. No podía esperar más, era necesario recurrir a la zona sagrada de la ficción”, expresa Pascual.

Fábula narrativa que devela una efusión científica entrañable la cual enorgullece al país. “Quiero dar testimonio de esas hazañas olvidadas en una trilogía que inicié con Matilde, donde abordo los gestos de la primera médica mexicana; la segunda, El tránsito de Venus; en la tercera quiero adentrarme en la arqueología”, anuncia Pascual.

El tránsito de Venus