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Carlos Olivares Baró

Tiempo, vida, literatura

LAS CLAVES

Carlos Olivares Baró
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Miro el almanaque: los plazos estallan. Veo la diferencia entre la eternidad que por fin comienza un lunes y el residuo del viernes apocalíptico. El martes, apenas tiene nombre: se interpone entre la duda y el júbilo. El miércoles asoma sus afines casuales y el jueves se escurre seducido por una sombra cautelosa. No sé nada del sábado ni del relente dominguero. Siete expediciones: la vida transcurre entre vaivenes: simulacros, titubeos, extrañezas, sospechas, gestaciones. “La vida es una semana fugaz, /Que se nos va entre las manos”: reza la voz bronca de Carlos Embale en un son cubano.

“Guardé falsos tesoros en armarios vacíos /Un inútil navío une mi infancia a mi fastidio /Mis juegos a la fatiga”: Paul Éluard. “Si una persona revisa su vida, descubrirá que los periodos más marcados por el miedo fueron siempre los peores. Miedos familiares, miedos políticos, miedos escénicos, miedos sexuales, miedos indefinidos o invisibles. Los indefinidos son los más rudos porque no tienen nombre”, apunta el novelista chileno Pablo Azócar: el recelo advertido en la conmiseración de estar.

¿La vida, el tiempo? ¿El tiempo, la vida?: ¿Qué acontece primero?: ¿Cuál es el orden? El tiempo transcurre: la subsistencia se alimenta de su itinerario. He visto gente sin estaciones, arrebujada en una existencia obscurecida por los insomnios: criaturas sin deslices que vagan en el silencio y la perplejidad. El compositor y vocalista Francisco Céspedes pregunta: “Dónde está la vida / Dónde está la vida / Cómo puedo cambiar este encierro / Que inventas / Tan sólo de cosas perdidas / Dónde está la vida / Dónde está la vida…”: la presencia de ella se eclipsa en la polvareda del acaecer.

Leo en estos días varias novelas donde la dicotomía Tiempo-Vida es central en la trama: El silencio del mundo (Tusquets, 2022), de Pablo Azócar, fábula donde el suceder se ramifica entretejido con emociones excitantes. Miles Davis toca “So What” y el relator comprende por qué el trompetista había “decidido irse de la vida y de todo, y en su caso irse de todo era irse de la música”. Después, me refugio en las páginas de Samovar (Alfaguara, 2023), de Ethel Krauze: el sobrevenir se nutre de la memoria y de los resplandores que cubren una felicidad imaginada.

Enrique Vila-Matas en Montevideo (Seix Barral, 2022) nos presenta a un escritor que en los últimos tiempos narra cosas que le pasan de verdad en la ruta de un destino cosido en la posibilidad de elevarse: el ocurrir como la ruta para alcanzar el reverdecer de la confianza y la certeza. Raúl Ortega Alfonso abona en La pistola en el agua (Premio Internacional de Novela Héctor Rojas Herazo, Ciudad de Sincelejo, 2020), los entresijos de los destierros, los sueños frustrados y las supervivencias arropados en el aciago lienzo de la vida enmarcada en una época escabrosa.

Calibre 22 (Tusquets, 2022), de Rubem Fonseca: volumen de cuentos en que los personajes —secundados por propensiones primarias, brutales, desalmadas— desafían los conformes de una existencia normal y de un tiempo fincado en lo rutinario: asesinos, estafadores y maniacos desdeñan la hipocresía y despliegan sus desagravios en un contexto en que la ausencia de la equidad prepondera.

Calibre 22
Calibre 22
  • Autor: Rubem Fonseca
  • Género: Cuento
  • Editorial: Tusquets, 2022