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Carlos Urdiales

Campaña X

SOBRE LA MARCHA

Carlos Urdiales
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Señora X, como el Presidente López Obrador llama a Xóchitl Gálvez para no mencionarla, simulando acatar llamados del INE de no interferir en el proceso electoral, convocó a un primer Diálogo X Ciudadano en busca de reactivar el protagonismo extraviado.

Presencia mediática diluida pero, sobre todo, percepción generalizada, en el círculo rojo, de abandono. A Xóchitl precandidata no la construye nadie, las personalidades que se tomaron foto con la senadora cuando ganó y convenció, andan en modo invisible, de vacaciones.

El evento de hace dos días en el WTC Ciudad de México, confirmó el diagnóstico; Xóchitl está sola. Quien será la retadora al título tuvo que volver a ser centro del discurso y la acción, ella jerarquizó los tres temas ejes; seguridad, salud y economía.

La señora X definió el color de la multitud que espera, se convierta en marea; el rosa. Decretó que la Esperanza, entelequia que seduce electores al imaginar tiempos mejores por arte de la política y magia de sus personajes, ahora dice, pertenece a ella.

Xóchitl enarbola la nueva esperanza de millones por cambiar, otra vez, de grupo encaramado en el poder. La senadora avisó que, si la mitad del país no la conoce, la va a conocer, y bien.

Sin nombrar a Claudia Sheinbaum, acusa que la heredera oficial pretende ganar sin competir. La necesidad por contrastar, pelear, exponer y exhibir, siempre están del lado de quien va detrás.

Xóchitl reconoce que le falta ser conocida entre sus potenciales electores, ése, es su menor déficit. Ya las campañas y la promoción en medios la harán popular.

Su mayor problema es el tamaño del adversario que enfrenta con poquísimo músculo partidista y estructural. X está rodeada por ciudadanos, pero carente de equipo y prestigios que sumen, que la ayuden a construir una narrativa más rica y poderosa.

En Palacio la estrategia funcionó, al Frente Amplio Opositor lo privó de una súper candidata para la Jefatura de Gobierno. En cambio, les construyó a golpe de mañaneras, una por el momento, débil abanderada presidencial.

Los regentes de PAN, PRI y PRD andan en lo suyo, en las cuotas para cuates, incluidos ellos. No dan nada, piden de lo poco, todo.

¿Dónde están las lúcidas mentes neoliberales que pueden articular políticas públicas ganadoras? ¿Dónde los operadores políticos capaces de convocar intereses de grupos para construir frentes comunes?

Así, la candidata de Morena no sólo no querrá competir, sino que no necesitará hacerlo. A Xóchitl su talento y capacidad no le serán suficientes. Debe ir más allá de patrocinadores incómodos, erosionados y comidilla recurrente de las mañaneras. Convocar actores relevantes, compromisos inesperados, golpes de efecto que la regresen al juego.

Puebla

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