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Carlos Urdiales

¿Honesta?… Y ya la pusieron donde hay?

SOBRE LA MARCHA

Carlos Urdiales
Por:

En los anecdotarios políticos se cuenta de un Presidente que preguntaba sobre candidatos a una vacante en su gabinete. El asesor enlistaba cualidades de uno de los posibles: “honesto como el que más señor”; a lo que el mandatario cuestionó: ¿Honesto?… Y ya lo pusieron donde hay?

Picardía, cinismo y sabiduría. Cuando se presume rectitud en el servicio público, la prueba de fuego sucede cuando se alcanza una posición donde quebrar o beneficiarse por encima de la norma es posible. Cuando no se ha dispuesto de esa discrecionalidad, la honestidad puede y debe cuestionarse.

El caso de la Administradora General de Recursos y Servicios del Sistema de Administración Tributaria (SAT), Paloma Aguilar Correa, ilustra. La responsable del manejo presupuestal del organismo llegó a esa posición en julio del año pasado, antes se desempeñaba como escolta del Presidente López Obrador.

Cuando AMLO defendió que escalara de escolta a jefa en el SAT dijo: “Tiene un gran mérito que para mí es fundamental, es honesta, incorruptible. Eso necesita el SAT”.

Ahora se sabe que Aguilar Correa ha metido al SAT a parientes, amigos y pareja sentimental sin importar que ninguno cumpliera con la experiencia ni el perfil profesional demandado. O sea, tal como se supone que ya no es.

Entre los beneficiados están Javier Portugal Haces, suegro y Administrador de Operaciones de Recursos y Servicios; Jorge Antonio Dorantes, amigo de Aguilar desde su intentona por ser candidata de Morena en 2018 a diputada por San Luis Potosí y ahora Administrador Central de Operación de Recursos y Servicios; más cuates, Raymundo Castañón, Administrador de Operación de Recursos y Servicios “5”, Montserrat Berrones Martínez, Administradora de Gestión Interna; otra, Claudia Carolina Coutiño Acosta, Administradora para el Destino de Bienes; y su pareja Ángel Javier Portugal Dorantes, que también fue escolta del Presidente López Obrador, es Administrador Central de Servicios Tributarios al Contribuyente.

“Pues hay que pedir que investiguen, la Secretaría de la Función Pública, y que nos dé un reporte; vamos a hacerlo”, indicó antier el Presidente López Obrador en su mañanera. La dependencia a cargo de Irma Eréndira Sandoval deberá entonces informar si abre investigación como su jefe ha pedido y las conclusiones que arroje la --es de suponer-- inevitable indagatoria.

Respecto a la virginal honestidad de la nueva clase de servidores de la nación, el líder de la 4T ha sido criticado por cuantificar y jerarquizar los atributos para integrar su equipo de Gobierno: “Prefiero 90 por ciento de honestidad y 10 por ciento de capacidad; la segunda se aprende, la primera no”.

Si los transformadores de la vida pública, los exterminadores de toda forma o expresión de corrupción, le fallan al Presidente al verse ante la oportunidad de hacer del puesto botín suyo y de su claque, entonces estaremos en el peor escenario: los impolutos resultaron incapaces y además, deshonestos. Todo cuando merecemos 100 por ciento de probidad y 100 por ciento de pericia ya que ninguna excluye a la otra. ¿O sí?